Quilmes: Clausuran prostíbulo en Ezpeleta e investigan complicidad policial

allanamiento prostíbulo Ezpeleta  La clausura de un prostíbulo en la localidad bonaerense de Ezpeleta complicó aún más la situación judicial del ex comisario de la Policía Bonaerense Leonardo Julián, quien fuera destituido de esa fuerza tras conocerse una comprometida escucha telefónica con Marcelo «el Faraón» Melnyk, uno de los acusados de facilitar la fuga de los condenados por el triple crimen de General Rodríguez.

La Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 1 de Berazategui, perteneciente al Departamento Judicial Quilmes, realizó ayer por la madrugada un allanamiento en el marco del delito de «promoción de la prostitución», en un bar clandestino ubicado en la calle República de Cuba 1088, entre Bahía Blanca y Baradero, en la localidad de Ezpeleta, partido de Quilmes.

En ese lugar, el Fiscal Daniel Ichazo logró identificar a cuatro mujeres de nacionalidad boliviana que eran explotadas sexualmente, pero que no aceptaron acogerse al protocolo de rescate. Además, se encontraban 12 clientes de la misma nacionalidad.

En el operativo también participó el asesor del Ministerio de Justicia bonaerense, Gonzalo Grafful, la directora del Programa de Rescate y Asistencia a Personas Damnificadas por el Delito de Trata, Cinthia Belbussi y el secretario en Ayudantía Fiscal de Delitos Conexos a la Trata de Personas y Pornografía Infantil de la UFI Nº 1 de Berazategui, Rafael García Borda, así como también representantes de la Dirección Nacional de Migraciones.

Dicho allanamiento con resultado positivo fue posible gracias a una investigación secreta que comenzó en junio de 2015, cuando el comisario Leonardo Julián todavía era el titular de la Comisaría 6ª de Ezpeleta, la jurisdicción en la que se encuentra el prostíbulo que ahora fue clausurado.

Fuentes cercanas a la pesquisa advirtieron que en la causa se investiga «complicidad policial», ya que se comprobó, luego de indagar al encargado del bar clandestino, que la seccional policial permitía su funcionamiento tras el pago de 250 pesos por día.

El Comisario Julián era el jefe en Ezpeleta y un mes antes de que lo destituyeran recibió como premio un ascenso, que lo llevó a convertirse en la máxima autoridad de la distrital en Almirante Brown, en el sur del conurbano bonaerense.

Sin embargo, el cargo le duró menos de lo que él esperaba. A poco de asumir, se divulgó un audio en el que Julián le avisa al empresario pizzero Marcelo «El Faraón» Melnyk que había sido transferido a otro distrito, donde también iba a tener «banca».

Ese sospechoso diálogo se hizo público el mes pasado, cuando los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci todavía permanecían prófugos, mientras que Melnyk, quien recuperó la libertad hace pocos días, estaba por entonces detenido bajo sospecha de haber dado protección y logística a los condenados a perpetua por el Triple Crimen de General Rodríguez.

Pese a que Julián intentó limpiarse del comprometido audio en un raid mediático, su figura quedó manchada y no pudo recuperar el alto cargo que había conseguido en la Policía Bonaerense. Ahora, el ex comisario está más complicado y se investiga si fue cómplice en el funcionamiento del prostíbulo recientemente clausurado.

 

Fuente: Diario Popular

 

 

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