La falsa víctima es una estudiante universitaria de 19 años que se encontró con un chico que había conocido por chat. La joven inventó que había sido violada cuando sus padres se preocuparon porque no había llegado a su casa.
Una estudiante universitaria de 19 años, que inventó que había sido secuestrada y sometida sexualmente por dos sujetos después de rendir un examen del CBC, fue procesada por el delito de «falso testimonio» cuando finalmente reconoció que mintió para evitar que su familia se enterara que se había encontrado con un joven que conoció por chat.
Fuentes judiciales informaron que la investigación se inició ayer a partir de la denuncia realizada por el hermano de Claudia Soledad Ponce.
Héctor, de 27 años, contó que su hermana había salido de su casa a las 7.30 de la mañana para rendir un examen de la carrera de Administración de Empresas y que, promediando las 9.30, se comunicó con él para avisarle que estaba cautiva en una casa.
“Me agarraron dos hombres cruzando la calle en el boulevard, me taparon los ojos y me subieron a un auto oscuro; No les vi la cara, y ahora estoy en una casa, apago el teléfono para que no se enteren que tengo celular; viene alguien”, le dijo Claudia, y automáticamente cortó la comunicación.
Seis horas después el cuñado de la víctima recibió otro llamado proveniente del celular de Claudia pero sólo escuchó susurros.
Poco después, y en base al análisis del teléfono de la chica que fue realizado por la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora, se pudo determinar que la joven estaba en la zona céntrica de la Ciudad de Buenos Aires.
Las fuentes confiaron que Claudia fue encontrada sana y salva en Callao y Tucumán. Según su versión, dos sujetos la habían subido a un coche, le taparon los ojos y la llevaron a un lugar oscuro, donde abusaron de ella vía vaginal varias veces.
Desde un primer momento, los investigadores dudaron de su versión a partir de una serie de contradicciones en su relato.
Además, un informe médico detectó que la joven había perdido su virginidad durante el presunto ataque sexual, aunque los peritajes preliminares indicaron que no presentaba lesiones compatibles con un abuso sexual.
Con esos datos, la joven terminó confesando que había mentido para evitar que sus padres se enteraran que se había encontrado con un chico que había conocido por chat. Y que había tenido relaciones con él.