Policías Bonaerenses, úsese en campaña y descártelo

Toda encuesta realizada pone como primer preocupación de los ciudadanos a la inseguridad, una lógica coherencia, si tenemos en cuenta que de nada sirve tener educación, salud o bienestar económico, si en segundos un delincuente acaba con la vida de cualquier vecino.

Con el año electoral y calentando los motores para las campañas, los políticos que ejercen cargos ejecutivos, apelan a los discursos y las acciones que sean necesarias para «maquillar» las deficiencias e ineptitud de sus gabinetes y funcionarios, incluso suelen pronunciar incongruentes propuestas tratando de no perder un solo votante, es decir, quieren quedar bien con los que reclaman seguridad y con los que piden garantías.

La Policía de la Provincia de Buenos Aires, más conocida como «La Bonaerense», a pesar de los «engendros» que le han ido incorporando los políticos, sigue dependiendo del gobernador Daniel Scioli, quien ha demostrado a la fecha que en materia de seguridad, no ha hecho nada útil, al contrario, oportunamente firmó un Decreto de Emergencia en Seguridad, que poco y nada mejoro la seguridad. La nueva suma de un cuadro nuevo, denominado Policía Local, es un «invento chino», no hay en la historia de las policías y de las sociedades antecedentes que una misma fuerza, con iguales funciones, vistan tan distintos uniformes.

La improvisación es algo que se puede corregir y sería lo menos grave en la gestión de la ola naranja, lo que no tiene retorno, es la falta de respeto a la integridad física, la vida y la familia de los efectivos policiales, si se maltrata a quienes deben cuidar a los ciudadanos, es evidente que el resultado será tener un personal policial desganado, sin motivación, desmoralizado, no pueden ser la variable de cambio del oportunismo político, está muy bien que se destaque la creación de más oficinas de Asuntos Internos, es necesario tener policías honestos y con vocación, pero no se construye una fuerza de profesionales bastardeando la dignidad.

Uno de los temas pendientes del gobierno de Daniel Scioli, que indigna y no tiene justificación, es el desprecio para con los heridos en actos de servicio, policías que mutilados, discapacitados no encuentran posibilidades de incorporarse al mercado laboral, lo que los deja a ellos y sus familias prácticamente en la pobreza.

Como ejemplo voy a citar un caso extremo, el del Subteniente Teniente Edgardo Daniel Luberto, Legajo Nº 131.860 de la comisaría 6ta. de Mar del Plata, quien iba en apoyo de sus compañeros en una patrulla, cuando el día 2 de junio del 2012, siendo aproximadamente las 01:40, volcó la camioneta, la que dicen presentaba desperfectos, la misma unidad meses después volvió a volcar, mientras trasladaban a un bebé. Desde entonces padece una discapacidad y su situación laboral es tan precaria que subsisten él y su familia con pequeños hijos, juntando cartones, estas Pascuas lloró con los pocos que lo visitan al no poder comprar ni siquiera un huevo para sus hijos.

¿Alguien puede ser indiferentes a esto?, uno suele leer reclamos contra la policía, muchas veces ciertos y muchas veces por política, pero no he leído a ningún medio mostrar esta realidad dura, ese policía es un ser humano, como todos, con familia, con necesidades y sueños, ¿puede un político ser creíble si no se conmueve por esta realidad?, siendo él, el responsable de elegir a los ministros a cargo de cada área.

Hoy 05 de abril del 2015, yo Marcelo Ricardo Hawrylciw, Editor General del Multimedios El Sindical, hago responsable al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, de exponer la vida de esta familia, este es un policía que trata de subsistir, si hubiera sido corrupto, no estaría en la miseria, merece respeto, merece que los plazos del sumario administrativo se cumplan, ya no podrán decir que no sabían.