La tragedia ocurrida el 11 de marzo del 2017 durante el recital del Indio Solari en Olavarria, podría haberse evitado si los responsables de la organización y la seguridad hubieran hecho su trabajo, como suele pasar en estos casos, los verdaderos responsables zafarán y la culpa será del público que sigue al Indio al que ya se está tratando de instalar que son unos borrachos y drogadictos, lo cual puede en parte es cierto, pero no son los responsables de los hechos y es un tema que voy a desarrollar en la nota.
Cuando el Indio Solari confirmó su enfermedad en Tandil por marzo del 2016, comenzó a circular el fantasma de que sería uno de los últimos recitales por eso el recital de Olavarría era esperado por muchos de sus seguidores que no querían perderse el recital.
Ya próxima la fecha del recital se especulaban muchas versiones, desde que podía haber incidentes por infiltrados como consecuencia de las declaraciones del Indio Solari contra la política del gobierno de Mauricio Macri, por eso era importante prestar atención a lo que el intendente de Olavarria Ezequiel Galli, a quien considero el máximo responsable de los incidentes, de la muerte de los asistentes al recital y todo lo que se sucedía en las inmediaciones del predio y esta responsabilidad se la endilgo porque el propio Galli el día viernes cerca del mediodía aseguró por la pantalla de C5N que estaba todo organizado, que todo iba a estar en orden y que en las rutas se iban a realizar controles por lo que pidió paciencia para los que viajen el sábado, pero que el viernes se esperaba a los que lleguen mucho más tranquilo, todo una gran mentira del intendente del PRO.
Todo lo del recital giró en torno al negocio económico, el municipio cobró por las puestos ubicados en las inmediaciones del predio pero no controló lo que se vendía, el periodista local Ignacio Bauchwit, con atino cargaba tintas en el municipio, no solo porque no se controló la venta de bebidas alchólicas, sino porque se vendían carnes, choripanes y alimentos sin control bromatológico.
El municipio es también responsable de no controlar las calles, se vendían drogras, marihuana y cocaína cada 5 metros en las inmediaciones del lugar del recital y no me lo contaron me ofrecían al caminar por la zona, el precio de cada bolsita por lo que uno le orefecía a un joven $400 otro buen negocio, incluso de vendían drogas a 50 metros de la subdelegación de Olavarría de la Policía Federal Argentina, irónico no?.
La concesionaria CV1 S.A, es otro de los que se beneficiaron con una recaudación millonaria si tenemos en cuenta los peajes multiplicados por 300 mil los que permitieron circular micros con choferes borrachos o drogados, mientras paguen el peaje que salgan a la ruta a lo que sea. El tramo de la ruta 205 kilómetro 172, ya tiene varios accidentes fatales, hay cruces en el lugar, los accidentes son casi siempre por colisiones frontales y nadie ha hecho nada por evitarlas, el lugar es oscuro, sin cámaras a la vista
Ya con la tragedia ocurrida recién ahora comienzan hablar de robos violentos, de gente con armas, de daños, pero todo esto ya se veía posible el viernes por la noche. Respecto a la atención y contención de las personas, el sábado promediando el mediodía aún no hay a la vista personal policial o de defensa civil, todo es desconcierto, gente perdida, algunos desorientados, lo que indica que aún cuando ya se sabe que las autoridades hicieron todo mal, no se ha hecho nada para revertir la mala imagen.
Cuando un gobierno nacional y provincial nos aseguran que se está haciendo la inversión más grande de la historia en mejorar las rutas, pero uno ve que por ejempo el camino por la 205 a Olavarria tiene desniveles peligrosos para una ruta, sectores sin terminar o bien partes hundidas y deformadas por el paso de los camiones de gran porte, parecería que nos toman por idiotas, ¿esa es la inversión? y de qué sirve una ruta nueva si no se toma en cuenta la seguridad, si no toman precauciones para evitar el cambio de mano de conductores irresponsables, si se permite que circulen vehículos en malas condiciones, sin luces, con faltantes y sin verificación técnica.
Culpar a los asistentes al recital por estar borrachos o drogados es simplificar responsabilidades y dejar de lado a los responsables de que todo esto pasara, los organizadores del show, los políticos involucrados que no controlaron nada y permitieron todo, las concesionarias viales que también recaudaron millones por rutas que no mantienen en condiciones buenas, que permitieron el paso de vehículos visiblemente en malas condiciones para circular, ¿qué pasó con la policía vial? en un hecho así desaparecieron?.
Muchos nos comentan que varios de los micros que ofrecían sus viajes con asado incluído que salieron desde distintos puntos de Buenos Aires y algunas provincias, lo hacían sabiendo que se trataba de colectivos o micros en mal estado de sos que llaman «truchos» y que incluso algunos de estos micros llevaban entradas falsas que se vendía a mitad de precio y sustancias. Varios de estos estaban pintados como escolares y otros en peor estado de cualquier color, uno de estos casi me mata el chocarme al intentar pasar a un micro de larga distancia y pasarse de mano sin observar, a pesar de tener la responsabilidad no se detuvo y quienes iban en él parece estaban más interesados en llegar a Olavarría que en saber si habían matado a una o varias personas, pero de quién es la responsabilidad de que el colectivo circule en esas condiciones y luego de que se fugue sin ser detenido cuando no hay posibilidades de salir de la ruta?, todo era una gran zona liberada, porque esta gente no viajaba escondida, se bajaban de los colectivos a un costado de la ruta a hacer sus necesidades a la vista de todos, bebían, cantaban y se drogaban a la vista de todos.
Cristian Ritondo que decían iba con personal del ministerio de seguridad, ocurrido los hechos ¿también desapareció?, todo apunta a que en lo político el PRO, sigue siendo una gran mentira, intendente del PRO, gobernadora del PRO, ministro del PRO, presidente del PRO, promesas de rutas seguras del PRO, controles de festivales y recitales del PRO, una fiesta que debía ser eso, terminó tal vez con la carrera en vivo del Indio Solari, pero más grave aún terminó con la vida de dos personas en un hecho que se podía haber evitado.
Cerca del mediodía del domingo 12, la ciudad de Olavarria es un caos, no hay presencia policial, periodistas amenazados, autos que circulan por las veredas, de contramano, peleas, robos y la ausencia del municipio que ha convocado una conferencia de prensa para las 12:30.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw