Nicolás Kreplak gasta 44 millones en banderas de campaña mientras falla el sistema de salud

El ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires decidió dejar en pausa la recomposición de la situación sanitaria para otro momento. Con las elecciones en la mira, Nicolás Kreplak se decidió a una millonaria compra apuntada a mejorar la imagen de su cartera.

Es sabido que dentro de la estrategia política hay dos patas que son fundamentales para que la figura del dirigente político tenga una presencia importante en la opinión pública, una es el contenido de sus discursos y cómo los digas y la otra la publicidad con la que muestre su gestión. Cuando los dirigentes sueñan con poder crecer y lograr nuevos puestos dentro del corazón del Estado, los que mejor quedan parados siempre son aquellos que puedan manejar una caja importante.

La que tiene Salud en la provincia es de las más importantes y de las que se puede hacer una campaña a favor del funcionario si se lleva a cabo una estrategia con planificación y presupuesto. En este caso, Kreplak es uno de los ministros de Salud que pasó la pandemia del coronavirus y que pudo sobrevivir a su cargo por varios años y que seguramente continuará en su cargo hasta las elecciones de agosto.

Del riñón de La Campora y con pasado en el Ministerio de Salud de la Nación, el funcionario llegó de la mano de Daniel Gollan a la Cartera nacional cuando todavía era presidenta Cristina Kirchner y supo acomodar varias piezas fundamentales en el ministerio. En medio de su gestión como viceministro explotó el escándalo Qunitas y fue uno de los procesados por la causa al igual que Gollan, pero años más tarde, el Tribunal Oral Federal 1 firmó el sobreseimiento de ambos.

Desde ese momento en adelante la carrera política de Kreplak desde el silencio y acompañando al hoy gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. Con su desembarcó al Ministerio de Salud para reemplazar a Gollan en plena pandemia se pudo ver un video que se viralizó, mientras nadie se podía ni abrazar con sus seres queridos en donde celebró con todos sus compañeros y compañeras a los gritos.

En las últimas horas, se conoció que a través de la compra 99-0079-CDI23, el Ministerio de Salud de la Provincia gastó más de 44 millones de pesos para comprar banners y carteles publicitarios con la intensión de visualizar lo que se está llevando a cabo en la gestión. El presupuesto preciso es de 44.650.430 y la compra se divide en 2 mil banderas para banners y mil carteles autoadhesivos. Asimismo, también se encargó 5 mil lonas impresas para banners, para distribuirlos a lo largo de toda la provincia de Buenos Aires.

La carrera para las elecciones de agosto comenzaron y nadie quiere quedar afuera para que Kicillof continúe un mandato más siendo el gobernador de la Provincia. Como en la mayoría de las épocas electorales, las obras rápidas y los cortes de cinta se van a ver en todos los rincones del país, mientras que los argentinos tienen una agenda totalmente diferente a la de los políticos de turno.

Prestadores del PAMI

El despilfarro económico se agrava si tenemos en cuenta que los hospitales bonaerenses, son prestadores del PAMI, conducido también por una camporista, Luana Volnovich y es justamente donde se registran la mayor cantidad de reclamos, porque los hospitales dependientes del Ministerio de Salud, no poseen el equipamiento médico para llevar adelante la prestación, se suspenden cirugías por falta de profesionales o por conflictos gremiales lo que termina afectando la salud de los afiliados al PAMI que deben tramitar una negativa en el hospital con el tiempo que eso lleva y las molestias de concurrir a hacer un trámite sencillo que debería hacer el mismo hospital que es el que no puede resolver sus problemas.

Las guardias médicas siguen siendo un sitio de mala atención en el trato y en la actuación médica, horas esperando a ser atendidos pasan los ciudadanos que luego descubren que van a pasar más horas esperando pero en una camilla sin que nadie se ocupe, porque todos tienen algún problema.

Durante la gestión de este señor solo se han gastado millones no auditados en reformas estéticas que no mejoran la atención médica, todo lo contrario se pierden camas mientras se construyen y reforman pisos que el resultado final es que se reduce la cantidad de camas, pero es más lindo a los ojos, es decir, todo es una mentira, una puesta en escena.

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