La policía bonaerense a cargo de un impresentable Comisario Inspector que carece de capacidad para expresarse, procedieron a desalojar la fábrica Pépsico en medio de incidentes y represión.
Con la orden judicial la policía llevó adelante un desalojo que tuvo momentos de suma tensión y otros de una vergüenza total por parte de efectivos policiales que demostraron tener muy poca preparación a pesar de formar parte de grupos especiales al no poder abrir una puerta para ingresar, al arrojar una granada de gas que al ser devuelta por los manifestantes hizo retroceder a la policía y demorar su ingreso.
La medida judicial también tiene motivos suficientes para que se investigue a la jueza que la firmó ya que no se ha medido las consecuencias de una orden judicial que no tenía motivos de urgencia.