Miguel De Lezica, un funcionario que no funciona

Miguel De Lezica, ocupa actualmente el cargo de Coordinador de la Secretaría de Control Disciplinario y Enjuiciamiento de la Procuración General de la provincia de Buenos Aires cuyo titular es Julio Conte Grand, es decir que este funcionario tiene una de las tareas más importantes para que el Ministerio Público Fiscal funcione y es el de ejercer el control de la forma en que los fiscales desarrollan sus tareas, ergo, sobran denuncias en los medios incluso de políticos cuando reclaman que los fiscales trabajen cada vez que un crimen conmueve a la sociedad y se conoce que se podía haber evitado, pero un fiscal alegremente minimizo la criminalidad del delincuente y le otorgó la libertad.

Existe un abuso de parte de los fiscales de la provincia de Buenos Aires respecto al uso del Art. 161 C.P.P de la provincia que hace referencia a la libertad y facultades del Fiscal, este artículo faculta al Fiscal a ser quien ordene la libertad de un aprehendido por la policía antes de que el Juez ordene la detención o posteriormente cuando considere que no va a solicitar la prisión preventiva.

Con este se da el absurdo de que un mismo Fiscal otorgue la libertad a un mismo delincuente varias veces en un plazo de 24 hs. aprehendido por la policía en causas por robo cuando la víctima no puede identificarlo fehacientemente, para que se comprenda voy a dar un ejemplo cotidiano y sencillo, X es un delincuente que roba en la modalidad “motochorro”, no posee medio de vida alguno, tiene antecedentes por robos y otro delitos como el encubrimiento ya que las veces que fue aprehendido se movilizaba en motos robadas, pero aunque es su forma de actuar, que la moto sea robada poco importa, se le imputa un nuevo encubrimiento y así suma procesos menores donde va a continuar excarcelado, es decir, comprar o robar motos para la justicia es algo menor. X usa casco para robar y eso implica que no va a ser identificado o reconocido en una rueda en caso de ser detenido por la policía ya que no fue visto por la víctima su rostro, poco importa que a X le encuentren los partenencias robadas, si no es reconocido, no pasa nada. Hay un caso donde X fue allanado, se le encontró una moto robada, pertenencias varias, DNI, pero fue puesto en libertad a las 20:00 hs. de un lunes, el martes a las 09:00, es decir pocas horas después X con el mismo fiscal de turno es aprehendido por la policía por robo, la víctima reconoce la moto, a X y se le encuentra en la mochila varios celulares que no puede justificar y 60 mil pesos, pero no el celular de la denunciante, con lo cual X solo fue notificado de una causa por AVERIGUACIÓN ILÍCITO y encubrimiento porque la moto también era robada.

Esto pasa a diario en la provincia de Buenos Aires, está documentado en causas penales no se trata de algo de oídas, sino de hechos concretos, más aún, los fiscales en la provincia de Buenos Aires son más parte del problema de la inseguridad que de la solución con esta conducta tan displicente donde si no hay heridos graves, un homicidio o se conoce el caso en los medios que todo siga igual.

Personalmente he sido víctima de un robo donde a pesar de que el equipo indicaba la ubicación, en un domicilio ya allanado por una causa donde se investigaban robos, no se tomaron medidas inmediatas, según la policía por culpa de la fiscalía que no ordenó un allanamiento en urgencia como suele hacerse en uso del Art. 222 C.P.P, la demora en los allanamientos obvio permitió que no se recupere el celular, pero sí, se encuentren más de 590 celulares, 70 tablets y cientos de repuestos sin justificar el origen en un comercio clandestino de compra y venta de celulares, tampoco esto generó que se profundice la investigación, se supone que los fiscales investigan para perseguir el delito, que semejante cantidad de equipos muchos denunciados como robados deberían ser la punta para desarticular una banda criminal, pero no, la fiscal que tenía que investigar, según la policía, no ordenó más medidas y así, el comerciente vinculado al delito de moda como es la compra y venta de celulares robados, muchos manchados de sangre quedó impune y sus otros locales nunca fueron controlados, mucho menos allanados.

Cuesta mucho creer que los fiscales son ingenuos y hasta que me demuestren lo contrario, mis sospechas van por el lado de la corrupción, corrupción que la propia Procuración General en esta oportunidad comandada por Julio Conte Grand no pretende desterrar.

Ejercicio sencillo antes que alguien se ofenda, si X, no tiene medios de vida que pueda acreditar, en 72 hs. es aprehendido en distintos hechos criminales, siempre en motos robadas, con pertenencias que no puede justificar, su presunción de inocencia por lo menos debería ser investigada para determinar si posee una condición única para ser inocente pero siempre estar en motos robadas y vivir sin trabajar, además de encontrarse celulares, dinero, documentos y pertenencias que no le pertenecen y no aprender nunca a no usar lo que no es de él.

Los ciudadanos ante esto suelen en general desalentarse, quejarse por las redes sociales o putear a la justicia, algunos, denunciamos, pedimos explicaciones y seguiremos reclamando a los funcionarios que hagan su trabajo como corresponde, porque si uno denuncia con fundamento, invocando faltas tipificadas dentro del ordenamiento que regula el Ministerio Público Fiscal por respeto y porque se supone que tiene la formación académica para ello resulta inaceptable que abogados que se dicen doctores como es el caso del señor Miguel De Lezica haga una Resolución de carilla y media, sin fundamentos, con una opinión parcial y hasta ridícula en los considerandos.

Miguel De Lezica debería si tiene honor renunciar a su cargo y dejar que alguien con ganas de trabajar lo haga, cuando usted no controla que los fiscales cumplan con sus obligaciones se transforma en responsable de que los ciudadanos no tengan justicia, es usted señor De Lezica parte de la inseguridad, considerar que una investigación no puede prosperar porque la víctima no puede identificar al delincuente es justificar lo injustificable, es como culpar a la víctima de ser víctima, con su razonamiento el delincuente que roba con un casco es más inteligente que los fiscales y los abogados, porque quedará impune. Digo, en derecho penal, existen pruebas que se denominan indubitables y que ubican a un delincuente mejor en un delito que un testimonio o reconocimiento, digo esto porque con su liviano análisis entonces no tiene sentido que el Ministerio Público siquiera inicie un proceso de investigación.

Su posición es además cómoda y despreocupada porque las investigaciones de la Secretaría de Control Disciplinario son inapelables, con lo cual tiene la tranquilidad de que puede firmar relajado cualquier cosa a sabiendas que NO PASA NADA.

En defensa de los ciudadanos de bien, los que trabajamos, los que tenemos que cumplir la Ley, los que a pesar de todo hacemos lo correcto, que vamos por los canales institucionales a pesar de que las instituciones tienen personajes que cobran sueldos millonarios anualmente como usted y que lo justifican con una carilla y porque sí, porque puede, sepa que muchos repudiamos esta clase de formas de cumplir con su rol de funcionario público.

Es una vergüenza que alguien que forma parte de la denominada Corporación de Abogados Católicos no busque la verdad, que sea cómplice de mentiras, que poco le importe controlar a quienes con su inconducta y falta de trabajo dejan en libertad a delincuentes que tienen manchadas de sangre sus manos, una resolución infundada tiene mucho de mentira y mentir es un pecado.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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