Mientras estaba detenido, le secuestraron un celular al dueño de TBA

Ocurrió el 6 de junio, dos días después de su arresto, según un acta del  Servicio Penitenciario. Claudio Cirigliano sostuvo que lo ingresó «a  través de las ropas de abrigo que recibió de parte de su abogado  defensor», quien lo negó.

El mismo día que declaró ante el juez federal Claudio Bonadio, a Claudio Cirigliano, dueño de la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA), lo sorprendieron en la  Aicaldía de Comodoro Py con un teléfono BackBerry. Según el acta labrada por el Servicio Penitenciario Federal, el hecho ocurrió a las 10:20 hs. del 6 de junio, dos días después de su detención, pero recién trascendió hoy.

El acta, revelada por el programa Inimputables de Radio América, destaca que la Alcaldía Penal Federal (Unidad 29) secuestró «un elemento no permitido». Cirigliano admitió que tenía en su poder el teléfono al momento de su registro.

Cuando lo interrogaron para saber cómo accedió al aparato de color negro (con batería y chip), Cirigliano sostuvo que lo hizo «a través de las ropas de abrigo que recibió en la noche de 5 de junio de parte de su abogado defensor, mientras se encontraba alojado en el Centro de Detención Judicial (U.28)». Sin embargo, el abogado Juan José Sforza lo negó. Dijo además que «nunca» pisó ese penal y que «los abogados no pueden entregar material a los detenidos».

Cirigliano fue detenido el 4 de junio por orden del juez Claudio Bonadio por haber interferido en la investigación judicial del choque del tren contra la estación de Once. La decisión del juez se basó en la desaparición de buena parte de la documentación contable de la empresa TBA que estaba siendo analizada por los peritos contadores de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para determinar cómo se usaron los millones de pesos que la compañía recibió de subsidios del Gobierno Nacional.

Los delegados de Emprendimientos Ferroviarios (EMFER) una de las empresas del  Grupo Cirigliano denunciaron que desde días después del choque del tren  contra la estación de Once, fueron quemados miles de documentos que ellos  relacionan con el desvío de subsidios recibidos por Trenes de Buenos Aires (TBA)  para ser utilizados en otras unidades de negocios del conglomerado  empresario. Julián Raví, delegado de EMFER, encuadrado en la Unión Obrera Metalúrgica  (UOM) explicó ayer que «luego del choque comenzaron a quemar papeles en  volquetes, también llenaron la caldera de la fábrica con una tonelada de  documentación «.

Con todo, hace una semana, Bonadio le concedió el beneficio de la prisión domiciliaria por supuestos problemas de salud.

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