Ocurrió en Mataderos, cuando un hombre atacó a Tito, la víctima, en plena discusión por dónde ponían un contenedor para los residuos. El testimonio de los vecinos.
Una discusión con ribetes insólitos terminó en una muerte absurda, la de Tito, un vecino de 60 años querido por todos en el barrio de Mataderos donde vivió toda su vida. El asesino fue un karateca llamado Ignacio que le pegó una patada en el pecho durante una disputa por dónde debía colocarse un contenedor de la basura…
Así lo contaron los testigos que vieron la pelea que tuvo lugar en la calle Sequeira, esquina Cafayate. Según ellos, el criminal, quien sería empleado del gobierno de la Ciudad, guardaba todas las noches el auto en la casa de su abuelo, mientras era custodiado por su madre desde la ventana de su casa.
A la mamá del chico, llamada Raquel y conocida como «La loca» en el barrio, le molestaba un contenedor de basura que le tapaba la visión para poder vigilar que todo estuviera en orden mientras su hijo estacionaba el auto. Por ese motivo, cada día se tomaba el trabajo de correr el container a una esquina, un lugar prohibido de acuerdo a las normas del gobierno porteño.
Tito, la víctima, volvía a correr entonces el contenedor hacia el lugar indicado. En una de esas tantas secuencias fue cuando se desencadenó lo peor: en la tarde del lunes, los dos vecinos se trenzaron en una discusión en la que se pudo observar cómo la mujer le pegaba y lo insultaba.
En ese momento apareció Ignacio, un joven que practica artes marciales y, según los vecinos, llevaba consigo una manopla y anillos. Una patada certera en el pecho terminó con la vida de Tito, cuyo rostro estaba desfigurado, de acuerdo al testimonio de su sobrino, Leandro.
«Cuando llegué, se lo llevaron porque lo querían linchar. Yo estuve calmando a los vecinos porque lo querían matar. Aparentemente la mujer (Raquel) acusaba a mi tío de que vendía motos robadas. Es una loca y una soberbia. Cuando la cruzamos a la salida de la comisaría, uno pretendía una mínima disculpa, y nos salió con que por culpa de que mi tío había fallecido el nene de ella tuvo que pasar la noche en la comisaría», relató al canal TN.
También contó que los vecinos «tienen miedo de hablar porque dicen que es intocable, que se cree poderoso» por trabajar para la administración de Mauricio Macri.
«Tenía la manía de sacar a pasar el tacho porque no veía que el hijo entraba el auto. Si pasaba una criatura la echaba, le molestaba…», comentó una vecina acerca de «La loca». Otra definió en pocas palabras quién era Tito: «Cuando se llevaron el cuerpo, todo el barrio aplaudió».
