Cuando tus ingresos se vuelven una necesidad por la ambición, hay quienes pierden la vergüenza y no dudan en recaudar de lo que venga, ya me he referido a que hace mucho tiempo Marcelo Frecha dejó los motivos por los cuales creo el Foro Vecinal Avellaneda Segura para hacer de eso un excelente negocio, por el que cobra en negro, no factura, no tributa y así se ha transformado en un delincuente, el delito es delito.
Entre sus publicidades hay varios chantas que terminan estafando a los vecinos ofreciendo servicios que no cumplen y hay otros que hasta hacen un ejercicio ilegal de la profesión que dicen ejercer, esto confirmado por los respectivos colegios.
Cada tanto Marcelo Frecha tira una piedra denunciando descontrol en el Polo Gastronómico de Avellaneda, puntualmente en la intersección de Palaá y Beruti, le apunta siempre al restó Harlem al que dejó de nombrar porque su estrategia no es que el lugar respete lo que ahora le molesta sino sumar una nueva publicidad y entonces ahí no pasa nada, tal como no menciona a Pier 54 a metros de la esquina que tanto le molesta a Frecha, la cervecería Pier 54 pocas veces a respetado horarios y medidas durante la cuarentena, suelen ocupar como otros la vereda al punto de impedir la libre circulación, pero al pagar publicidad no es mencionado.
Vale aclarar que la comisaría 1ra de Avellaneda se encuentra a 100 metros del lugar con lo cual es un error tener una patrulla estacionada en un punto mientras los vecinos reclaman más seguridad, si el jefe de la comisaría 1ra tuviera dos dedos de frente pondría dos efectivos policiales a pie para prevención y liberaría un patrullero para el resto de los vecinos que no están de joda.
El municipio manda a 4 Cuidadores Ciudadanos a hacer lo que mejor saben, NADA, así parados de verde son como una especie de planta que está de adorno, en un país en crisis se justifica que sigan existiendo los Cuidadores Ciudadanos?, la idea era muy buena, recorrer, informar calles rotas, luminarias sin funcionar, dar aviso a los servicios de emergencia, multar vehículos, controlar negocios, clausurar, de eso no se hace NADA.
Esta clase de impresentables como Marcelo Frecha son parte de que la seguridad no funcione en Avellaneda, con sus pavadas, con sus búsquedas de publicidad y con sus denuncias donde ve a uno y no a otros pierde toda credibilidad, Marcelo Frecha vive a metros del lugar, pero nunca hizo mención a los que venden drogas e intercambian objetos robados casi en su puerta, raro.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw