La Sala III de la Cámara Penal platense rechazó la apelación de la madre de los pequeños de 5 y 6 años abusados. Los jueces dijeron que era «inadmisible» ese recurso ante la Casación bonaerense. El profesional recibió prisión domiciliaria por tener «un buen concepto social»

La Cámara Penal de La Plata rechazó el recurso de apelación presentado por la madre de dos niños presuntamente abusados por su padre, quien fue condenado a 14 años de prisión por ese delito pero beneficiado con arresto domiciliario por gozar de «buen concepto social».

La medida fue adoptada por la sala III de la Cámara Penal platense, la misma que a mediados de abril otorgó el arresto domiciliario con salidas laborales al hombre, un ingeniero de 41 años.

Ahora, la misma sala rechazó la apelación presentada por las abogadas Sara Cánepa y Sofía Caravelos, que representan a la progenitora de los menores abusados, por considerar que el recurso era «inadmisible» ante la Casación bonaerense.

Es que los camaristas entendieron que no hay recurso de apelación ante Casación sobre este tipo de cuestiones.

«El auto que dispuso morigerar los efectos de la coerción que sufre el imputado, no está entre aquellos especialmente previstos como pasibles de casación, ni encaja en ninguno de los decisorios que se enumeran en el artículo 450 del Código de Procedimiento Penal bonaerense», precisa el fallo de la sala III.

Una fuente judicial explicó que en la resolución se destaca que «tampoco constituye una sentencia definitiva pues no pone fin a la controversia expidiéndose sobre el fondo del asunto que debe resolverse jurisdiccionalmente, ni obtura o impide el tratamiento de dicho asunto».

«No se advierte en el caso, por otra parte, situación alguna de excepción que permita la apertura extraordinaria de la vía casatoria, para una resolución que impone prisión atenuada o morigerada y que aparece como esencialmente revocable», afirmaron los camaristas al rechazar la apelación.

El 20 de septiembre último, el hombre fue condenado a 14 años de prisión tras darse por probado que entre el 2005 y abril de 2006 violó a sus hijos de 5 y 6 años, respectivamente, aprovechando el régimen de visitas dispuesto tras la separación de la madre de estos.

Según determinaron los jueces, el ingeniero llevaba al baño de su casa a cada uno de sus hijos, por separado, y tras hacer que se recostara sobre el inodoro, apoyando la cara en una toalla, le exigía que fingiera estar dormido mientras lo violaba.

«A vos te lo hago seis veces porque tenés 6 años, a tu
hermano cinco porque tiene 5 años», les decía el hombre a los menores, a quienes a veces dormía con pastillas o les dibujaba una bombacha y un corpiño en sus cuerpos.

Los niños regresaban a casa de su madre alterados, violentos y finalmente el niño de 6 años le contó a su madre que «papá me mete los dedos y el pilín en la cola», según quedó consignado en el juicio oral al que fue sometido el hombre el año pasado.

Sin embargo, la defensa del ingeniero aseguró en su apelación a la sentencia que el tribunal no tuvo en cuenta la declaración de los peritos médicos que dijeron que no existía lesión, y explicó que a los chicos «jamás se pudo realizar el psicodiagnóstico» y que «tampoco pudo concretarse su recepción testimonial mediante la
utilización de la Cámara Gesell».

A mediados de abril, la Sala III de la Cámara Penal platense resolvió otorgar el arresto domiciliario con salidas laborales al hombre tras evaluar el buen concepto social que tiene.

«El imputado goza de buen concepto social corroborado con la presentación efectuada por 714 familiares, amigos y compañeros laborales quienes se permiten afirmar, con sorprendente impertinencia que la denuncia que pesa sobre el procesado resulta falsa y las decisiones judiciales erróneas», detalla la resolución de la cámara.

Remarcan los jueces que esas 714 personas «se convierten, es de esperar, en garantes de la presentación del imputado ante la justicia cada vez que sea requerido, lo que demuestra que se trata de una persona querida y apreciada en el ámbito social en el que se desenvuelve».

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