Pasó el Mundial pero siguen los cortes de energía eléctrica. Subió la temperatura pero el frío está por volver y con él seguramente crecerá la indignación de consumidores. ¿Cuando se podrá vivir en un país en el que los servicios públicos funcionen?
Muchos no pudieron ver los partidos de la Copa del Mundo en sus hogares. Muchos no pudieron soportar el gélido invierno. Edificios modernos optan por no tener gas por seguridad pero la energía eléctrica brilla por su ausencia. ¿Cuánto más van a seguir tirando de la tensa soga?
Llama poderosamente la atención la pasividad del ente de contralor, que parece no advertir las falencias en la atención a los reclamos de los usuarios.