La Juventud Radical de Avellaneda, entre la hipocresía y la ignorancia

No es una novedad que la UCR de Avellaneda es un conjunto de «agrupados» que improvisan ante la falta de vocación por el trabajo entendido en todas sus formas, son vagos para informarse, para aprender, para capacitarse y hasta para hacer propuestas serias en política, con lo cual sus «denuncias» tienen impregnadas todo lo negativo.

Con una fotografía editada para impactar, publicaron un texto que vale la pena analizar para entender la precariedad intelectual de los autores de semejante mamarracho que tomando un tema importante como es el cuidado del medio ambiente, lo minimiza a una cuestión política donde faltan fuentes comprobables, información, propuestas, pero por sobre todo, falta la verdad.

Será ese el motivo por el cual nadie firma el comunicado:

VÍA LIBRE A LA CONTAMINACIÓN

Son de público conocimiento los problemas crónicos en materia ambiental que sufren los avellanedenses. Dentro de los más conocidos, tenemos a las curtiembres, que invaden el aire de un olor fétido, principalmente en la zona de Piñeyro/Castellino. Una planta de Coque altamente contaminante (mineral a base de carbono). Ésta, como muchas otras empresas químicas se encuentra en la popularmente llamada Villa inflamable, que desde el 2008 la Corte Suprema la declaró Zona inhabilitable. Sin dejar de mencionar al penoso estado en el que se encuentra nuestra costa, llena hasta más no poder de basura. Caldo de cultivo de muchas infecciones y enfermedades A ésto, hoy en día se suma que con el paso del tiempo, Avellaneda se está «plastificando», con canchas de fútbol, plazas, parques, y muchos otros espacios abiertos. Lamentablemente las respuestas del municipio antes éstos problemas es ínfima o escazas, para nada proporcionales con el tamaño de lo que los avellanedenses tienen que sufrir todos los días. Hoy en el día internacional del reciclaje, queremos fatificar que ésto es de suma importancia, aparte de ser de caracter ambiental, impacta directamente en la salud de los vecinos.

Obviemos por piedad los errores ortográficos que ya evidencian una falta de respeto a los lectores y a los vecinos, demostrando que así como escriben como les parece, sus opiniones siguen la misma lógica.

Cuando dicen que es de público conocimiento los problemas crónicos en materia ambiental que sufren los avellanedenses, da por cierto algo que no es percibido por la mayoría de los vecinos, esto se debe a que durante años, los políticos en su conjunto han tratado de disimular la cuestión ambiental, justamente porque encarar el tema ambiental con rigurosidad sería DESTAPAR negocios millonarios en los que están involucrados los políticos, los empresarios, los magistrados y hasta la mayoría de las ONG´S que supuestamente luchan por el cuidado del medio ambiente.

Cuando gobernó el macrismo del que la UCR formó y forma parte, nada hicieron por mejorar las medidas de control y sanción que garanticen a los vecinos de Avellaneda un ambiente sano, por el contrario, fomentaron el negocio millonario del reciclado y tratamiento de productos contaminantes, recibiendo además residuos patológicos altamente contaminantes de Europa, Canadá y los EEUU, el ingreso de esa «basura» que los países adelantados no quisieron en su suelo, llega a la Argentina e ingresa por el Puerto de Dock Sud, un lugar que antes de ser una puerta de ingreso de dólares, era una zona contaminada por las petroleras que allí operan y casi abandonada. Con el negocio de transformarnos en el tacho de basura del primer mundo, el puerto se transformó en una caja codiciada, donde dividieron las ganancias y el silencio, el consorcio que administra el Puerto de Dock Sud, tiene varios directores con sueldos millonarios que lo conforman representantes de distintos espacios políticos y sindicales, curiosamente en este lugar no se da eso de que cuatro ojos ven mejor que dos, hay una centena de ojos y nadie ve nada.

Ese directorio lo encabeza Carla Monrabal como presidenta, quien curiosamente nunca fue denunciada por la oposición a pesar de que sus declaraciones juradas patrimoniales son inconsistentes y hay serios indicios de incompatibilidad para el cargo y la función, pero la «frutillita» de la torta es que uno de los directores es el ex concejal Daniel Lewicki, quien saltó a la fama mediática por circular de contramano borracho e intoxicado por el barrio de Constitución con un auto alemán de alta gama y al ser interceptado por la policía amenazarlos, insultarlos y agredirlos, por ese entonces este impresentable tenía 3 cargos públicos y 3 sueldos, sumado a su condición de dirigente sindical. Este mismo personaje estuvo mencionado en hechos relevantes de contaminación en Avellaneda, pero como ven la Juventud Radical de esto no habla, en realidad no dan precisión de nada porque al generalizar dicen algo, sin decir nada que los pueda comprometer.

El tema es muy largo y excedería mi análisis, pero en un breve resumen, por Dock Sud ingresan residuos altamente contaminantes que son recibidos y «tratados» por una empresa internacional que ejerce un monopolio en la Argentina, que solo recibió observaciones, pero no fue sancionada ni modificó su estructura de negocios, a diario circulan camiones con residuos peligrosos por Avellaneda, que pasan por Lanús y cruzan casi toda la provincia de Buenos Aires.

Cuando describen la situación de la «costa» de Avellaneda, llena de residuos, no lo hacen preocupados por la salud y el medio ambiente de los vecinos de Avellaneda, sino que están impulsando de forma encubierta un proyecto millonario que le quita el sueño a varios políticos locales, que hace años sueñan con un Puerto Madero en las costas de las localidades de Villa Domínico, Sarandí y Wilde. Es básico que el río devuelve lo que le arrojan y toda esa basura en los márgenes es producida por el humano, el vecino, con todo lo que se le puede criticar al municipio, no es el único responsable de esa foto que alegremente comparten.

Focalizan la contaminación de Avellaneda en barrios como Piñeiro/Castellino y Villa Inflamable, demostrando que del tema no saben nada, no han investigado y mienten si ocultan los principales focos contaminantes dentro del partido.

Tienen en sus filas a otro gran impresentable de la política local, el señor Sebastián Vinagre, ex Defensor del Pueblo de Avellaneda que ocultó los resultados de un estudio sobre el agua del Arroyo Sarandí, arroyo que ha sido objeto de cientos de denuncias en el que curtiembres de Sarandí derramaban sus desechos tóxicos y del que nadie se ocupo, el mismísimo presidente del bloque de Juntos por el Cambio, Maximiliano Gallucci, forma parte de una curtiembre familiar en la zona, curiosamente nunca explicó como se trataban los materiales contaminantes, a diferencia de ustedes, puedo dar nombres porque investigué sobre el tema y porque no tengo nada que esconder, estuve allí donde la gente me mostró los estudios médicos, vi sus alergias y vi a sus hijos enfermos de los que nunca se ha ocupado nadie, ni siquiera el ACUMAR que ha sido un ejemplo de corrupción y por el que pasó la hoy senadora Gladys Gonzáles, ¿pueden mencionar qué hizo por el medio ambiente?.

Más aún, cuando mencionan la construcción de plazas, espacios deportivos y parques, que no solucionan en nada las cuestiones ambientales para el vecino, son unos hipócritas porque nada dicen de una permuta de terrenos que el municipio hizo con una importante empresa de Dock Sud, para la construcción de viviendas en terrenos contaminados no aptos para zona residencial y que a pesar de ello, fue aprobado por los radicales del HCD. ¿Qué pasó?

Y cuando hablan de La Corte Suprema de Justicia de la Nación, relacionando un fallo que no mencionan porque no lo conocen, mienten, el fallo de la Corte nunca menciona a Villa Inflamable, el fallo Mendoza, que dio origen a uno de los negocios más representativos de la corrupción, que creó el organismo ACUMAR, que se llevó puesto al Juez Federal de Quilmes Luis Armella por algunas maniobras irregulares con los prestadores, pero curiosamente no fue apartado de la justicia, sino que le sacaron el control de la caja y la pasaron al Juez Federal Rodríguez de Morón, que pasó a ser un invitado a reuniones festivas en los domicilios de algunos intendentes con ribera al río.

Mis estimados «chichipíos», son una vergüenza como agrupación política, desaprovechan la oportunidad de generar un debate serio, de provocar por lo menos una intención de cambio, pero lo encuentro difícil porque Juntos por el Cambio tiene en sus filas a muchos con las manos sucias de contaminación y corrupción, algunos sentados hace tiempo en el HCD que poco le queda de honorable.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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