Adalberto Cuello, el ex padrastro y principal sospechoso del asesinato del chico Tomás Dameno Santillán, declaró ayer por una hora ante el Fiscal de Junín Javier Ochoaizpuro y reiteró lo que había dicho ante la Policía, de que no tuvo participación en el crimen. Sin embargo, continuará detenido en la alcaidía penitenciaria 49 de Junín, adonde fue llevado el viernes a la noche por cuestiones de seguridad.
Adalberto Raúl Cuello, acusado del crimen del niño Tomás Dameno Santillán, cometido el martes último en la localidad bonaerense de Lincoln, negó ayer ser el autor del asesinato, pero continuará detenido.
A través de un comunicado de prensa, el Fiscal de instrucción 2 de Junín, Javier Ochoaizpuro, afirmó que «en el transcurso de la diligencia (el imputado) negó su participación en el hecho y del contenido de sus dichos, se evacuarán las citas correspondientes».
El Fiscal explicó que se aguardará el resultado de las pericias ordenadas y que Cuello continuará alojado en la alcaidía penitenciaria 49 de Junín, adonde fue llevado el viernes a la noche por cuestiones de seguridad.
En un breve contacto con la prensa, Ochoaizpuro se excusó de dar detalles de lo dicho por Cuello en su declaración indagatoria, y sólo apuntó que declaró durante una hora y que no hay más detenidos en el marco de la causa, ya que había versiones respecto de la posible aprehensión de la novia del acusado, Inés Márquez.
Según fuentes judiciales el imputado de «homicidio agravado por ensañamiento y alevosía», reiteró ayer lo que había dicho ante la Policía: que el día que Tomás desapareció tras salir de la escuela, había ido a la casa de un amigo apodado «Lechuza» a pedirle dinero, pero como no lo encontró, regresó a su vivienda, usó la computadora y permaneció con su novia.
La novia también dijo en su declaración como testigo que estuvo con Cuello, por lo que se espera que el fiscal la cite en las próximas horas para ver si confirma esos dichos y si otras personas lo pueden corroborar.
Además, Ochoaizpuro aguarda los resultados de los peritajes sobre el teléfono celular del imputado y respecto de seis autos que fueron secuestrados en el marco del expediente, entre ellos un Fiat Duna Weekend rojo y un Volskwagen Gol gris en los que se sospecha que el niño pudo haber sido trasladado.
La jornada de ayer en la fiscalía de Junín se inició a las 10 con el traslado del imputado y un rato después su padre, Ramón Cuello, llegó en un taxi para darle un cartón de cigarrillos.
Una veintena de vecinos que estaban apostados en el lugar para repudiar al detenido, escupieron e insultaron al hombre.
Tras la indagatoria, Cuello fue trasladado nuevamente a la alcaidía penitenciaria 49, situada sobre la ruta 7, ya que el viernes, luego de que vecinos se enteraron de estaba preso en la comisaría de Los Toldos, arrojaron huevos y piedras en esa seccional.
Según voceros policiales, concurrieron al lugar un centenar de personas, pero el comisario les explicó que el imputado solo había estado unas horas y permitió el paso de un grupo para que lo corroboraran.
Tomás (9) fue visto por última vez el martes pasado alrededor de las 12:15 hs., cuando salió de la escuela número 1 de Lincoln rumbo a su casa, pero como nunca llegó su madre realizó la denuncia.
Luego de rastrillajes que se extendieron durante dos días, el nene fue hallado asesinado el jueves a la tarde en un campo a tres kilómetros de Lincoln, distante 315 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires.
Según el informe preliminar de la autopsia, el niño murió entre las 12 y las 16 del martes a golpes, especialmente en el cráneo.
Los peritos creen que tenía apoyada la cabeza en el piso cuando recibió los golpes mortales y, por ese motivo, se explica que tenga fractura en los dos laterales del cráneo.
El Fiscal Ochoaizpuro aseguró que el niño fue asesinado «inmediatamente después de desaparecer» y detalló que aún no se halló el elemento con el que lo golpearon.
Una de las coartadas de Cuello es la actividad que presenta en su página de Facebook poco después de que el niño fuera visto por última vez.
A las 12:53 hs. subió a su muro de esa red social una imagen de su bebé y a las 13:10 hs. la de un campo con una arboleda roja.
Por eso, la Policía ahora analiza los tiempos, ya que a priori, los 53 minutos que pasaron entre que Tomás salió del colegio y Cuello subió la primera foto a Facebook, alcanzarían para haber capturado al niño, asesinarlo, arrojar su cadáver en el campo y regresar a su casa, según explicaron las fuentes.