El conocido gurú de 85 años estaba hospitalizado hace tres semanas por problemas cardiacos, pulmonares y renales. Era considerado como un dios viviente y se le atribuían poderes sobrenaturales.
El guía espiritual indio Sai Baba, uno de los gurús más conocidos del país, falleció la mañana del domingo en un hospital de Puttaparthi, reseñaron las televisiones.
Sai Baba, de 85 años, que sufrió un paro cardio-respiratorio, según los médicos, indicó el canal informativo NDTV, llevaba hospitalizado más de tres semanas en estado crítico en su ciudad natal por problemas cardiacos, pulmonares y renales.
Conocido en el mundo entero, el gurú estaba considerado un dios viviente por sus seguidores, que le atribuían poderes sobrenaturales, como el de hacer aparecer objetos o curar enfermedades en fase terminal.
El santón contaba con millones de adeptos en la India y el extranjero, cuyas donaciones le habían permitido levantar un emporio financiero y que le consideraban la encarnación humana de la trinidad del panteón hindú, compuesta por Brahma, Vishnú y Shiva.
Voceros de la policía confirmaron a Efe que se han desplegado fuertes medidas de seguridad en los alrededores del hospital donde falleció el gurú ante la eventualidad de que sus seguidores protagonicen disturbios tras su muerte.
Baba falleció en el Instituto de Estudios Médicos Avanzados cerca de su lugar de nacimiento, Puttaparti, en el estado de Andra Pradesh tras permanecer más de tres semanas sometido a respiración asistida por un fallo orgánico múltiple que desembocó en un fallo cardíaco a las 7.40 de la mañana, hora local, según informaron los doctores al diario The Times of India.
El cuerpo del líder espiritual será velado durante mañana y pasado en su localidad natal, donde se espera que acudan cientos de miles de seguidores en las últimas horas, incluyendo miembros del Gobierno y diferentes personalidades.
El estado se encuentra en situación de máxima alerta y se espera que más de 6.000 agentes de Policía conformen un dispositivo de seguridad excepcional para velar por la seguridad de los asistentes.
Sai Baba deja tras de sí un emporio de más de 1.200 centros espirituales en más de 110 países de todo el mundo y diversas iniciativas filantrópicas y de educación. También ha sido protagonista de controversias relacionadas con posibles delitos de fraude fiscal, engaño y abuso sexual a algunos de sus devotos, que el propio Saba rechazó tajantemente.
