El Fiscal General Guillermo Castro Moure, parece que no termina de acomodarse en su nuevo cargo, hay inexplicables demoras en el cumplimiento de una de sus obligaciones que es ejercer el control y régimen disciplinario de los fiscales que integran el Departamento Judicial de Avellaneda-Lanús.

A la fecha hay situaciones irregulares que deben ser atendidas sin demoras, pero parece que el Fiscal General Guillermo Castro está ocupado en vaya a saber uno que otras cuestiones importantes.

No es posible hacer un seguimiento online de las denuncias que tramitan en el departamento judicial, ya que el portal de la Procuración General de la Provincia de Buenos Aires, solo admite códigos de departamentos judiciales entre 1 y 19, hay severas demoras en atender las denuncias a fiscales que tienen un mal desempeño, dicen que es un tema que depende de la Procuración General resolver y desde la Procuración informan que debe ser tratado por la Fiscalía General departamental a cargo de Castro.

En el ida y vuelta, se gana tiempo, pero se perjudica a los vecinos de Avellaneda, las malas medidas, el mal desempeño de los fiscales repercuten en la seguridad de los vecinos, en sus bienes y en su salud. A tal punto es poca la confianza en los fiscales que muchas víctimas de delitos ya no denuncian, por las demoras y porque en el mejor de los casos a los detenidos se los termina liberando inmediatamente.

La policía trabaja con desgano aduciendo que es una pérdida de tiempo y un problema para ellos que una vez que logran la aprehensión de un delincuente pasan más horas armando la causa que el acusado detenido, que por culpa de esas libertades express los vecinos los señalan de corruptos. Más allá de las excusas hay una realidad, existe un trabajo de regular a malo en la instrucción de las causas penales en el Departamento Judicial Avellaneda-Lanús.

Estimo que el señor Fiscal General, quien hace poco fue víctima de un robo en Lanús, entiende la impotencia y el miedo que padecen los vecinos a diario, así que esperamos se haga de un tiempo para hacer su trabajo y cumplir con sus obligaciones.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw