La conmocionante situación se vivió en Inglaterra, donde la mujer estaba acostumbrada a darle a la niña varias dosis de heroína, metadona y ketamina. En esta oportunidad, se las suministró para mantener relaciones sexuales con su pareja y el final fue trágico ya que le nena nunca se despertó. Ahora enfrenta un juicio ya que la autopsia reveló su triste accionar.
Michala Pyke de 37 años y oriunda de Inglaterra irá a juicio por matar sin intención de una sobredosis a Poppy Widdison, su pequeña hija de cuatro años a quien drogaba sistemáticamente para poder tener relaciones sexuales con su por entonces novio, el cual también enfrenta cargos legales por esta situación.
La mujer le envió un mensaje de texto a su ahora ex pareja John Rytting, de 40 años, en donde le indicaba que su hijita «podía tomarse una pastilla azul y dormirse» en clara referencia a la dosis de diazepam que tenía preparada administrarle a la critura, previo al encuentro sexual para poder estar tranquilos, informó el reconocido sitio del Reino Unido, Daily Mail.
En un principio y luego de algunas investigaciones, la policía “pirata” no culpó a la mujer por la muerte de su hija (ocurrida en junio de 2013), pero la situación tuvo un giro inesperado cuando se conocieron los resultados de la autopsia, la cual indicó que la nena tenía rastros de metadona, heroína y ketamina en su sistema y hasta en su pelo.además de descubrir el contenido de los mensajes por celular, entre la mujer y su ahora ex novio.
De esta manera, quedó expuesto que había una relación abusiva por parte de los adultos, para con la menor, y más tarde ellos mismos admitieron un cargo de crueldad contra Poppy.
El día de la fatalidad, la pequeña que tenía apenas cuatro años, fue hallada por su madre con todo el cuerpito de color azul y sin respirar en el sofá de su casa en Grimsby.