Gisele Alessi y el culto a pachorra

Es tan impresionante la carga genética que lleva en su ADN Gisele Alessi que además de ser la versión femenina de José, tienen las mismas actitudes corporales y el culto de la pachorra.

Seguir los pasos de su padre entonces parece ser algo inevitable y muy redituable, José Alessi con un pequeño puñado de votantes, sin haber ocupado cargos relevantes se las ingenió para vivir muy bien de la política, tanto que su patrimonio creció de una forma considerable y poco justificable, sería un buen ministro de economía para el país.

Como su padre, las entrevistas que se publican de Gisele no tiene nada relevante y son poco inteligentes evidenciando una pobre formación académica, tener malos asesores y para peor muy poca lectura de la realidad social y política.

Está en la media promedio de los concejales que tenemos en Avellaneda, que votan sin ningún estudio serio de las Ordenanzas locales sabiendo que son solo un justificativo de sus actividades, pero relevante no se vota nada, por lo menos para el bien de los vecinos y solo se preocupan de esperar el término de las reuniones de presidentes de bloques con Hugo Barrueco a principio de mes donde salen contentos con unos lindos sobres de madera, estimo para cuidar el medio ambiente.

Así de impresentables son los concejales que poco tienen de honorables y mucho de improvisados, públicamente lo desafío al concejal que quiera a un debate sobre el trabajo legislativo y las mejores condiciones para los vecinos logrados por ellos.

Si fueran honorables y gente de bien, tendrían en el portal del HCD publicadas todas las cesiones y sus declaraciones juradas para que los vecinos nos informemos sobre su trabajo y la forma en que nos representan.

Desde que tengo memoria el HCD ha quedado sospechado de muchas cosas que poco tienen que ver con la legalidad y la transparencia, han usado a la fecha el HCD para avalar negociados, condonar deudas a allegados o partidos con presencia en el concejo y para repartirse beneficios de algunas «maniobras políticas».

Es también el HCD, quien debería controlar el personal que figura en la Defensoría del Pueblo de Avellaneda que es una «cueva virtual» de nombramientos ficticios, hay más personal que cobra sueldo que el que trabaja allí, pero nadie controla y cuando Gisele habla es desde la mentira.

Sus opiniones de la renuncia/despido de Ginés González no aportan nada nuevo y sus dichos de Vizzotti son casi ridículas.

El broche de su nota es cuando menciona a su espacio político Avellaneda En Movimiento, con una página a la medida de los Alessi, no tiene casi contenido, así que se ignora si hay propuestas.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *