Las subas rigen desde hoy y rondan el 35% para transporte urbano e interurbano de media distancia.
El Gobierno bonaerense de Daniel Scioli autorizó hoy un aumento del 18,7 al 75% en las tarifas del transporte público urbano e interurbano de media distancia, incremento que iguala al dispuesto por la administración nacional la semana pasada y que comenzará a regir a partir de este viernes en toda la provincia.
La suba, publicada en el Boletín Oficial, eleva los valores de los servicios «Urbanos del Gran Buenos Aires», «Urbanos del área La Plata – Berisso – Ensenada» y los «Interurbanos de Media Distancia aledaños a la ciudad de Buenos Aires».
El servicio para el Gran Buenos Aires con tarjeta SUBE pasará de 1,10 a 1,50 pesos (36,3%) para el recorrido que no supere los 3 kilómetros; de 1,50 a 2 pesos (de 3 a 6 km, 33%), de 1,75 a 2,40 pesos (de 6 a 12 km, 37,1%), de 2 a 2,65 pesos (de 12 a 27 km, 32,5%) y de 2 a 2,70 (más de 27 km, 35%).
La tarifa social (para jubilados, pensionados, beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo, Asignación por Embarazo, Programa Jefes de Hogar, personal doméstico y veteranos de la guerra de Malvinas, entre otros) irá de 1,10 a 1,95, dependiendo del trayecto a recorrer.
En tanto que para los usuarios sin tarjeta SUBE, los valores se elevarán de 2 a 3 pesos (50%) para el recorrido que no supere los 3 kilómetros, de 2 a 3,50 pesos (de 3 a 6 km, 75%), de 4 a 4,75 (de 6 a 12 km, 18,7%), de 4 a 5 pesos (de 12 a 27 km, 25%) y de 4 a 5,50 (más de 27 km, 37,5%).
Para las ciudades de La Plata, Berisso y Ensenada, el costo con SUBE pasará de 1,10 a 1,50 pesos (hasta 3 kilómetros, 36,3 por ciento), de 1,90 a 2,55 pesos (más de 3 kilómetros, 34,2 por ciento) y de 1,60 a 2,10 pesos (31,2 por ciento); mientras que los que no utilicen la tarjeta deberán abonar 3, 5 y 3 pesos respectivamente.
Por último, el servicio interurbano cercano a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires pasará a costar 2,35 con SUBE (antes 1,75 pesos) y 4,10 pesos sin la tarjeta de descuento (hasta hoy 3,10 peso).
El aumento, que rige desde hoy, fue justificado por el gobierno de Scioli en la intención de «compatibilizar la política de subsidios del autotransporte público de pasajeros entre la jurisdicción nacional y provincial, y de disminuir las asimetrías existentes entre las distintas modalidades y servicios que se prestan».
