Francia. Inquietud y polémica por infidelidades de la pareja presidencial

Según varias publicaciones, la primera dama se estaría viendo con un cantante y el mandatario con Chantal Jouanno, viceministra de Ecología y reciente campeona francesa de karate.

El presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, y su esposa, Carla Bruni, atraviesan aparentemente su «peor momento» como pareja, por supuestas infidelidades recíprocas, según fuentes británicas y estadounidenses.

Sin embargo, en Francia, todo es silencio, dijo Dominique Moisi, consejero especial del Instituto Francés de Relaciones Internacionales, y agregó que es «lo contrario de lo que ocurre en Italia».

Todo comenzó en Twitter, la red en la que desde hace días algunas voces mencionan «traiciones» en el Elíseo, con Bruni viéndose con Benjamín Biolay, cantante y ex marido de Chiara Mastroianni, y Sarkozy con Chantal Jouanno, viceministra de Ecología, además de reciente campeona francesa de karate.

El viernes, poco antes de conocerse estos rumores, Bruni había declarado que confía en su marido y que «él nunca tendría historias clandestinas» en una entrevista a Sky News, que fue difundida hoy.

Más aún, cuando la periodista le preguntó si piensa que su matrimonio durará, respondió: «Creo que el matrimonio debe ser para siempre, pero nadie sabe qué puede suceder. Quisiera que fuese para siempre, es mi esperanza, pero podríamos morirnos mañana».

Los rumores, inmediatamente retomados por la prensa británica y por el canal CBS de Estados Unidos y medios europeos, sostienen que la «traición» inicial fue de Bruni, pues voló supuestamente a Tailandia con el músico antes de que Sarkozy pusiera a su disposición un avión para que regresara a París.

Incluso la ausencia de hace 15 días del presidente en ocasión de inaugurarse el Salón de la Agricultura fue explicada por una reunión urgente de «aclaración» entre los conyuges en la residencia de la familia de la ex modelo en Cap Negre, en el sur de Francia.

Bruni, de 42 años, y Sarkozy, de 55, se casaron en enero de 2008, y en los últimos meses se mencionó la posibilidad de un embarazo, entre otras cosas porque la cantante expresó ese deseo en varias ocasiones.

Pero los diarios anglosajones prefieren recordar sus palabras respecto de la «intolerancia» a la monogamia, como ella misma lo había dicho varias veces cuando no era primera dama.

Están también quienes afirman que la separación, ya concretada desde hace semanas, se oficializará después de las elecciones del 14 y del 21 de marzo, y que en Francia no se habla del tema porque los periodistas locales son «miedosos». «Todas estupideces, escritas para vender diarios», dijo una fuente cercana a Bruni.

Sin embargo, el especialista en relaciones internacionales Moisi sostuvo que «en Francia los periodistas se autocensuran. No sólo por el respeto que se debe a una figura institucional como la del presidente, en particular antes de que se cumpla un calendario electoral, sino también para no quemar las fuentes gubernamentales».

Según Moisi, la explicación es que para los medios franceses callar cierto tipo de información «es fundamental para preservar la imagen del país. Precisamente lo contrario de lo que ocurre en Italia».

No obstante, aunque en París todos callan, hay algunas señales en los medios. Una versión sobre la pareja Sarkozy-Bruni que apareció en un blog del Journal du Dimanche on line fue censurada por «grave violación de la privacidad». Idéntica suerte corrió otra publicada en el sitio francés de Le Post, que pudo verse hasta anoche.

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