Florencio Varela:Travestis detenidos denuncian vejámenes y perversiones sexuales de miembros del Servicio Penitenciario Bonaerense

Las travestis alojadas en la Unidad Penitenciaria Nº 32 de Florencio Varela denuncian que son sometidas a todo tipo de vejámenes por parte de efectivos del Servicio Penitenciario Bonaerense.

Para ellas no es nada nuevo. Conocen de miradas inquisidoras, de amores prohibidos, de reprimir el deseo y contener alegrías. Ellas padecen como pocos la discriminación en carne propia. Lo conocieron en la calle, la mayoría ejerciendo la prostitución. Pero en la cárcel, ese mundo intramuros donde todo es invisible a la sociedad, la realidad dramática se potencia al extremo.

Son travestis y están presas. Pagando su culpa ante la sociedad que los marginó una y otra vez. Pero no sólo viven el infierno de estar encerradas, sino que son sometidas a un cuadro indescriptible de golpes, torturas físicas y psicológicas y vejámenes sexuales de todo tipo.

Pero un grupo de ellas no aguantó más. Reunidas en una celda de la cárcel de Varela, donde funciona una de las dos unidades destinadas a travestis y trans de la provincia, denunciaron los padecimientos ante el comité Contra la Tortura, un organismo de Derechos Humanos del gobierno bonaerense, quien presentó un recurso de Habeas Corpus ante la Justicia.

Según pudo saberse de parte de fuentes confiables, la negativa de una de las reclusas travestis a mantener sexo oral con un carcelero, destapó la olla del infierno. “La golpearon y la trasladaron a la unidad de Sierra Chica por no hacerle un pete al guardia”, dijo una fuente con acceso a la denuncia. Pero el hecho no fue aislado, según se denuncia, sino que forma parte de una situación tan cotidiana como perversa.

Luego de esta situación, las presas elaboraron una carta en donde detallaron los padecimientos al Comité Contra la Tortura.

El coordinador de esa área, Dr. Roberto Féliz Cipriano García, confirmó a Infosur que fue realizada una presentación judicial ante el tribunal de la ciudad de Azul, denunciando situaciones de violencia física y sexual y traslados arbitrarios que sufren personas trans y travestis.

“Nosotros tomamos conocimiento de lo que está sucediendo por una carta que enviaron detenidas en el penal 32 de Florencio Varela, que denunciaban haber sufrido acciones de violencia sexual, psicológica”, manifestó Cipriano García.

Según relató el coordinador del organismo perteneciente a la Comisión Provincial por la Memoria, “el pedido inmediato es que se encuentre una solución a los traslados arbitrarios”, los que, aseguró, se efectúan como represalia ante la negativa de las víctimas para acceder a pedidos de las autoridades penitenciarias.

Pero un comunicado emitido por el Comité fue más allá de los carceleros y apuntó directamente al Jefe del Penal de la Unidad 32 al que se acusa de obligar “a tener sexo con él, y con su personal”, los cuales efectúan “torturas psicológicas y físicas, aberraciones y manoseos”. El texto señala también que no acceder a dichos martirios tiene la pena del traslado.

“Los envíos a otras dependencias son una problemática común en las cárceles porque obligan al detenido a estar lejos de sus familiares y seres queridos, con todo lo que ello conlleva”, explicó Cipriano García, poniendo como ejemplo el caso de una detenida que sufre de VIH “y este tipo de medidas hacen que muchas veces estas enfermedades se agraven por malestares psíquicos como la depresión”.

Una de las firmantes de la carta recibida por la organización expresó textualmente: “Soy una persona portadora de VIH y no recibo atención médica, este penal no cuenta con un infectólogo, no recibo la medicación que tengo que tomar por mi problema de salud no recibo la dieta que tendría que tener”.

Cipriano García señaló que, más allá del recurso de hábeas corpus colectivo presentado, la Justicia de Azul abrió una causa penal para iniciar una investigación más profunda de los hechos denunciados.

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