Durante el fin de semana, el Movimiento de Colectivos realizó una seria denuncia que vuelve a involucrar a la policía bonaerense con el narcotráfico en la provincia. Referentes sociales sufrieron amenazas y quemas de vivienda tras denunciar a las redes que operan en el barrio Pico de Oro. “Sería imposible que ocurran estas cosas si no existiera una connivencia con la Policía”, aseguró uno de los militantes.

El jueves 30, a las 20:00 hs., un grupo de personas atacó la vivienda de dos militantes sociales de Florencio Varela, ubicada en el barrio Pico de Oro. La casa terminó destruída por un voraz incendio desatado por los atacantes. Neka Jara y Alberto Spagnolo venían sufriendo amenazas por el trabajo territorial que vienen realizando desde el Movimiento de Colectivos y específicamente tras las denuncias realizadas que apuntaban a un grupo narco que opera en el barrio.

Tras la denuncia, le siguieron amenazas y una falsa acusación en la Comisaría 1ª, que luego fue desestimada en la fiscalía, según contó  José uno de los referentes de este movimiento. Un día antes, el miércoles 29, ya habían tenido un aviso, un grupo de personas apedreó la casa de los militantes amenazando con “lincharlos”. El jueves por la noche volvieron e incendiaron la vivienda.

En diálogo, José, contó que “el miércoles a la noche comenzó toda la historia con una falsa denuncia que ingresa a la comisaría, eso les sirvió de excusa para avanzar con el hostigamiento a los compañeros, y no conformes con haberles quemado la casa, continuaron con las amenazas a los vecinos del barrio que declararon o tienen cosas que decir en contra de esta banda”.

Ayer, distintas organizaciones sociales con trabajo territorial en Florencio Varela y distintas partes del conurbano se reunieron con el secretario de gobierno de Florencio Varela, Andrés Watson, quién “se comprometió a restablecer la seguridad en el barrio, con la Gendarmería y custodia permanente en el lugar del hecho”, explicó uno de los voceros del Movimiento de Colectivos. Sin embargo, sostuvo que “hay que atacar la situación de fondo, sino, la inseguridad no desaparece en el barrio”.

En este sentido, agregó que “el municipio se comprometió a pelear contra el narcotráfico y nos trasmitió que hoy su máxima preocupación es sacar la droga y restablecer la seguridad”. José se mostró expectante ante esta promesa ya que sostuvo que la situación no es nueva y ya ha sido denunciada en repetidas ocasiones.

Respecto a la situación que atraviesa el barrio Pico de Oro y otros barrios de Florencio Varela, el dirigente social explicó que “estas bandas trabajan con total impunidad en la zona, tienen pibes que les compran, que consumen y que luego utilizan como mano de obra barata para hacer alguna maldad, como pasa siempre”.

Ante este panorama, “pedimos un plan de seguridad serio, que no sea venir y patearle la cabeza a tres pibitos que están en la esquina, porque ellos no son el verdadero problema”.

“El verdadero problema –prosiguió- es cómo actúan estas organizaciones de narcotraficantes que se las pueden encontrar en el barrio, y que todo el mundo conoce y tiene miedo de denunciar, y las personas que los denunciamos, estamos pagando las consecuencias”. Y concluyó: “sería imposible que ocurran este tipo de cosas en el barrio, si no existiera una connivencia con la policía bonaerense. Los hechos son incontrastables”.

Mientras duró el ataque, denuncian, no se hizo presente personal de la Comisaría 1ª ni las autoridades públicas del municipio, que habían sido avisados ni bien comenzaron los primeros disturbios. Ante la “inacción” de la policía, el Movimiento de Colectivos acudió a funcionarios del Área de Seguridad y Derechos Humanos del Gobierno Nacional y recién ahí, relatan, se hizo presente un par de patrulleros de la Comisaría que se negaba a acudir.

También adelantó que se elevará una denuncia a la justicia “tocando todos los resortes que tengamos que tocar para que esto se resuelva y no quede en el olvido ni en la impunidad con la que se manejan estos tipos, que arman causas, queman casas y nadie los mete presos”.

Sobre este último punto, José aclaró que “esta situación se viene repitiendo hace mucho tiempo en el barrio, no es la primera vez que los vecinos se enfrentan a esta banda; y al vecino que denuncia, o lo matan o le prenden fuego la casa”.

Desde esta organización relatan que este mismo procedimiento se repitió recientemente con otros vecinos logrando su expulsión del barrio, aunque también destacan que esta modalidad trasciende a Pico de Oro y se replica en otras partes de Florencio Varela. “En San Rudensindo, sobre la ruta 2, cinco viviendas fueron desalojadas por un capo narco que buscaba consolidar su control en la zona. En esta ocasión un grupo de vecinos paraguayos le hicieron frente y el saldo fue de varios muertos por ambos bandos, sin que eso haya impedido el desalojo de las viviendas”, informaron.

“En la mayoría, estos casos han quedado en la nada porque eran vecinos que estaban solos, y esta vez se metieron con un dirigente social y gracias a participar de un movimiento, pudo salvarse la vida, si no estaríamos lamentando una víctima más”.

En este sentido, destacó la importancia de las redes de organizaciones sociales quienes hoy les hacen frente en cada barrio al poderío de estas bandas en el conurbano bonaerense ante los pactos que existen con la policía fruto del autogobierno. Tras el hecho, “se hizo presente la solidaridad nacional e internacional desde todos los ámbitos, porque la organización a la que atacaron tiene un respaldo, una historia y un prestigio, y eso es lo que nos permitió hoy estar contando la historia”.

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