El famoso «chupinazo», que da inicio a la fiesta, termina en ocasiones en ataques indiscriminados. Lanzan una campaña para evitar este domingo agresiones sexistas.
Las imágenes de chicas jóvenes sin camiseta manoseadas durante el chupinazo (el famoso cohete que se lanza el día 6 de julio de cada año a las doce del mediodía para señalar el inicio de las fiestas de San Fermín) se han convertido en una incómoda postal de inicio de fiestas. Decenas de hombres se agolpan a su alrededor tocándolas, en algunos casos con su consentimiento, pero en otros muchos no.
La costumbre extendida sobre todo entre turistas extranjeras de enseñar los pechos en la Plaza del Ayuntamiento el día 6 ha derivado en ocasiones en abusos. Otras chicas que no participaban en ello también han sufrido tocamientos. La situación preocupa, y mucho, en Pamplona. Subraya la alarma social y el rechazo a cualquier tipo de agresión sexista que se pueda producir durante las fiestas.
La masificación y la ingesta masiva de alcohol favorecen un clima «impunidad» para el agresor. Para tratar de evitar este tipo de vejaciones hacia las mujeres, el Ayuntamiento de la ciudad ha puesto en marcha la campaña ‘Por unos sanfermines libres de agresiones sexistas’, que trata de evitarlas y sensibilizar sobre el tema.
«Hemos vivido en una cultura que protege al agresor, pidiendo condescendencia a las chicas o las mujeres para aceptar piropos, babosos intentos de ligue, molestias o acosos porque estamos de fiesta, porque no pasa nada, porque es la costumbre, porque eres mía o porque quiero que lo seas, aunque tú no quieras», censura el Consistorio.
El primer punto conflictivo se produce el mismo día 6. El chupinazo ha derivado en ocasiones en ataques indiscriminados. Para tratar de erradicarlos, el Ayuntamiento ha puesto en marcha un nuevo dispositivo formado por policías forales y municipales que se dedicarán a detectar y vigilar posibles agresiones sexistas.
Ante las dificultades para actuar dentro de la Plaza del Ayuntamiento por la aglomeración de gente, distintas patrullas se ubicarán en los balcones de la plaza para «identificar incluso con imágenes a quienes hayan podido cometer una agresión y posteriormente proceder a su identificación y denuncia o detención, en función de la gravedad de los hechos».
El Ayuntamiento ha realizado además un llamamiento a la ciudadanía para que «actuaciones como las que hemos podido ver en años anteriores no sean jaleadas, sino todo lo contrario, que sean rechazadas».
Distintos colectivos feministas y asociaciones sociales denunciaron el pasado año la transformación en algunos casos de un acto festivo como el chupinazo en uno de violencia de género. La campaña de concienciación va más allá de este domingo y remarca la importancia del rechazo firme a cualquier tipo de ataque que se pueda producir durante las fiestas.
Los anteriores sanfermines se registraron 40 denuncias por agresiones. «La violencia sexista puede tener muchos grados, pero todos ellos deben hacerse frente: desde supuestos «piropos», insultos, tocamientos y golpes hasta acoso sexual, violaciones y la muerte», remarca el Ayuntamiento.
«Hay que enfrentarse a todos ellos porque el origen es el mismo: no respetar el derecho de las mujeres o las chicas a decidir sobre sus relaciones, su cuerpo y su sexualidad».