En tres años, 74 periodistas fueron asesinados en Latinoamérica

Así lo reveló un informe sobre la situación de la prensa en la región, que a la vez asegura que la impunidad es el gran obstáculo de la libertad de expresión.

La impunidad se ha convertido en el principal obstáculo para el desarrollo de la libertad de expresión en América Latina y el Caribe, al reinar sobre los derechos de los periodistas y medios de comunicación, señala un informe regional presentado este jueves en la capital guatemalteca.

El «Informe Anual de Impunidad 2012: Rostros y rastros de la libertad de expresión en Latinoamérica y el Caribe«, elaborado por la red Intercambio Internacional por la Libertad de Expresión en América Latina y el Caribe –IFEX-ALC-, analiza las agresiones y crímenes cometidos contra los comunicadores de once países latinoamericanos y la zona del Caribe.

«La falta de justicia ante los ataques y agresiones en contra de los periodistas generan impunidad, lo cual implica que esta reine sobre el ejercicio de la libertad de expresión«, lo que flagela la democracia y el Estado de derecho, señaló Zaynah Khanbhai, coordinadora de extensión de IFEX-ALC durante la presentación del informe.

Según el documento, que fue realizado a apartir de los informes presentados por los 16 socios de IFEX-ALC en la región, de enero de 2010 a septiembre de 2012 han sido asesinados en América Latina y el Caribe 74 periodistas y sólo ocho de esos casos han llegado a sentencias condenatorias en los países donde han ocurrido.

En ese período, fueron asesinados en Honduras 25 comunicadores y en México 24, 9 en Brasil, 7 en El Salvador, 3 en Perú, 2 en Guatemala y 1 en Argentina.

Además, en los mismos tres años, recoge el informe, 431 periodistas han sido víctimas de amenazas de muerte, 878 han denunciado agresiones físicas y al menos 120 comunicadores han sido llevados ante la Justicia como consecuencia de las denuncias realizadas en sus actividades periodísticas.

Los crímenes en contra de los periodistas y la impunidad de estos, según el informe, proviene, «de manera común» en los once países latinoamericanos, de las mismas fuentes: los Gobiernos y el crimen organizado.

«Desconcierta saber que en ocasiones los agentes censores y victimarios sean funcionarios públicos, y sorprende la disparidad de garantías para el periodismo que se ejerce más allá de las grandes ciudades en desmedro de las posibilidades informativas de los sectores más vulnerables», destaca el documento.

En México, ejemplifica el informe, la violencia contra la prensa «es la cara más visible de un problema más profundo» que tiene que ver con la guerra declarada por el Gobierno de ese país a las bandas del crimen organizado, sin prever estrategias de protección de los derechos humanos.

Además, denuncia que en la región se han impulsado acciones y regulaciones restrictivas desde las autoridades, las cuales abarcan desde «discursos estigmatizadores» en contra de la prensa, hasta condenas penales en contra de los periodistas.

Estas acciones, así como la «baja efectividad y capacidad sancionatoria» de las autoridades judiciales, generan mayor impunidad y alientan a los criminales a seguir delinquiendo.

El informe fue presentado en el marco de las actividades conmemorativas del Día Mundial contra la Impunidad, que se celebra mañana, 23 de noviembre, en conmemoración a la masacre de Ampatuan, ocurrida en Filipinas en 2009, en la que 32 periodistas fueron asesinados.

Fuente: EFE – AFP

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