Elecciones en el Sindicato del Seguro

El pasado viernes 6 de enero se oficializó el llamado a elecciones en el Sindicato del Seguro de la República Argentina.

Con esta convocatoria terminan ocho años de mandato del actual secretario general Raúl Martínez, quien asumió como transición a la espera de una renovación de cuadros tras casi treinta años de mandato del riojano Ramón Valle, a quién acompañó como tesorero.

Largamente septuagenario, acuciado por una salud frágil y fuertemente cuestionado por históricos dirigentes del gremio a causa de supuestos manejos arbitrarios de los fondos en la Obra Social del Seguro (OSSEG), se descuenta que esta vez Martínez no se presentará a elecciones puesto que un nuevo mandato no pareciera viable en esas condiciones de vulnerabilidad personal y política.

Miguel Méndez, secretario de Organización del gremio, ya impulsa una lista en la que sorprendentemente el actual secretario Adjunto, Juan Carlos Audagnotti, iría en un cargo de menor jerarquía ya que habrían acordado que éste presidirá la Obra Social del Seguro (OSSEG).

Mendéz, de pasado fuertemente menemista, hoy busca perfilarse como el recambio natural de Martínez, quien aún no ha dicho explícitamente que dará un paso al costado.

Audagnotti por su parte es el ariete de Sancor Seguros para que Sancor Salud finalmente se quede con la OSSEG, como ya lo han intentado varias veces.

Ultimamente fueron varios los dirigentes que se abrieron de Martínez e impulsaron una corriente interna disidente: Carlos Raymondo, presidente de la obra social y Pablo Pástine, director de la obra social, organizaron varios encuentros en un restaurante de San Telmo con la intención de fortalecer dicha línea. En esas comidas, no pocos fueron los que a viva voz gritaban que “Martínez se tiene que ir”.

Por otra parte, la agrupación opositora que se presentó en el 2008 podría ser de la partida bajo una nueva conducción ya que Drommi no estaría interesado en presentarse.

Cyntia Leszczynski, quien fuera compañera de fórmula de Drommi, ya cuenta con el apoyo de la dupla Nosiglia-Barrionuevo para ir por el gremio, y obviamente la OSSEG.

Pero todavía no está dicha la última palabra, sectores del moyanismo y cercanos al gobierno ya están “velando las armas” para impedir que sectores corporativos ajenos a sus intereses intenten quedarse con el gremio, justamente en un año en que cada voto para el confederal tendrá su precio en oro.

Fuente:Mundo Gremial

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