Los vapeadores, también conocidos como cigarrillos electrónicos, pueden ser igual o más nocivos que los cigarrillos convencionales, especialmente en los jóvenes, y contribuyen al deterioro cognitivo.
El vapeo es una práctica que se impuso entre los jóvenes, los cuales dejaron de lado al cigarrillo tradicional para utilizar los vaporizadores que funcionan generando vapor de agua con nicotina, saborizantes y más de 30 químicos, vapor que llega a los pulmones, por donde la nicotina y los químicos ingresan a la sangre.
De acuerdo con el estudio publicado este martes en la revista Tobacco Control, cada vez son más los adolescentes, de entre 13 y 17 años, que presentan más cantidades de uranio y plomo en la orina que los fumadores convencionales. Para ello, los investigadores se basaron en las respuestas del Estudio de la Juventud PATH, realizado entre diciembre de 2018 y noviembre de 2019 y considerado el más importante en el área, donde se entrevistó a 1.607 adolescentes, de los cuales doscientos eran fumadores exclusivos de cigarrillos electrónicos.
Este estudio incluyó el análisis de muestras de orina con el objetivo de detectar la presencia de plomo, cadmio y uranio, calificándolos por la frecuencia de consumo en ocasional (de 1 a 5 días al mes), intermitente (6 a 19 días) y frecuente (más de 20 días). Allí fue como descubrieron que los niveles de plomo eran un 40% más altos en los fumadores intermitentes y un 30% más alto entre los fumadores frecuentes que entre los ocasionales, como también hallaron que los aquellos que elegían vapeadores de sabores dulces tenían los niveles de uranio un 90% más alto que los que optaban por menta.
Al tratarse de un estudio observacional, no pudieron extraer conclusiones definitivas sobre los niveles de metales tóxicos y la frecuencia o los sabores del vapeo. Además, los niveles de metales tóxicos en los vapeadores variarán según la marca y el tipo de vaporizador utilizado, puntualiza el estudio. Pero sí podría servir para que se apliquen normativas y medidas de prevención específicas para los adolescentes.
El sabor, un indicio de la cantidad de plomo que entra al cuerpo
De los doscientos consumidores exclusivos de cigarrillos electrónicos, del cual el 63% son mujeres, 65 declararon tener un consumo ocasional (0,9 caladas al día), 45 de ellos afirmaron que lo utilizan de manera intermitente (7,9 caladas) y 81 de ellos de forma frecuente (27 caladas), mientras que los restantes no dieron información sobre su consumo.
Los sabores de los vapeadores se agruparon en cuatro categorías excluyentes: mentol o menta; frutal o dulce, como chocolate o postres; y otros, como tabaco, clavo o especias y bebidas alcohólicas y no alcohólicas. De estos sabores, los más elegidos fueron los afrutados, dado que el 50% de los consumidores los escogía, por sobre los mentolados y otros sabores.
«El sabor dulce de los cigarrillos electrónicos puede suprimir los efectos nocivos de la nicotina y potenciar sus efectos reforzadores, lo que da lugar a una mayor reactividad cerebral«, advierten los expertos quienes además mostraron su preocupación por el aumento de los niveles de uranio en esta categoría de sabores.