El Secretario General, Raúl Gerónimo, espera que la justicia falle a favor y le otorgue la personería gremial para sentarse a la mesa de negociaciones.
“Los trabajadores del subte carecen de un gremio que los representen; que luche por reivindicaciones que no solo tengan que ver con el salario y pretendemos generar un vínculo con el usuario para atender sus necesidades. Hoy, realmente, estamos a la deriva”, sostiene Raúl Jerónimo, secretario general del Sindicato de Trabajadores del Subterráneos (STS).
Vale recordar que el STS nació antes de los 90, año en que logran la inscripción gremial en primer grado. En el 92 se pide la personería gremial y en el 94 hay una citación del ministerio de Trabajo. Pero con la privatización del subte y acuerdos no muy claros, la situación del gremio quedó acéfala.
Años más tarde hubo intentos para normalizar el STS. Hasta los metrodelegados intentaron normalizar esa organización, pero al no tener la representación de dirigentes de aquella primera movida, no había soporte legal para hacerse de dicha conducción.
En el 2012, unos 40 dirigentes de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) decidieron encabezar una iniciativa para recuperar y normalizar el STS.
A respecto, Jerónimo dijo: “Armamos la lista, hicimos una asamblea extraordinaria y fuimos cumpliendo los pasos legales que requiere el ministerio de Trabajo. Y pedimos un delegado normalizador que se nos negó. Sin embargo, la cartera laboral –evidentemente por intereses político-gremiales- no fue avalando nuestras acciones, pero cuando llevamos a cabo las elecciones, finalmente decidieron enviar un veedor”.
Agregó que “la Dirección Nacionales de Asociaciones Sindicales declaró nulas las elecciones. La dirección jurídica del ministerio de Trabajo dicta un fallo a favor del gremio avalando las acciones y contradiciendo las medidas de la cartera laboral.
Frente a este cruce, la situación deriva en la justicia y va a Cámara de Trabajo, donde se falla a favor de la nueva conducción, avalándola y esperando que el ministro Carlos Tomada tome una resolución al respecto”.
Jerónimo explicó que “los talleres están virtualmente paralizados, porque las tareas de mantenimiento del material rodante se hace en Córdoba, con los gastos que esto implica y nosotros tenemos la gente idónea para hacerla”.
Sobre los proyectos, finalmente remarcaron: “Queremos mantener una relación directa con el usuario. Cambiar la imagen del trabajador del subte. Que no crea que somos el enemigo, sino que estamos para brindar un servicio. Y que su queja tiene que ser escuchada. Los trabajadores y los pasajeros podemos hacer un subte mucho mejor”.
