El Ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, presentó una denuncia contra el Juez Nacional Juan María Ramos Padilla por los delitos de “prevaricato” y “violación de secretos” durante la investigación en torno del policía de la Metropolitana que mató a dos supuestos ladrones.
El hecho ocurrió el 15 de agosto, en un colectivo que iba por Valentín Alsina (Avellaneda) hacia Capital. El Oficial David Alejandro Barros viajaba de civil cuando un grupo de ladrones subió e intentó robarles a los pasajeros. El policía intervino y mató a dos de ellos.
Como el colectivo continuó hacia Capital, la investigación le cayó en un primer momento a Ramos Padilla, que luego se declararía incompetente por una cuestión de jurisdicción.
Sin embargo, el Juez nacional señaló que le parecía “un poco apresurado condecorar” al policía, dijo que no “veía las cosas tan claras” y dio a entender que una de las víctimas podría haber sido un pasajero inocente.
El Juez que recibió la causa en Provincia, en tanto, liberó al policía al día siguiente y dijo que no había indicios de la comisión de un delito por parte del policía.
En su denuncia, Burzaco acusó a Ramos Padilla de haber mantenido la detención del policía invocando “hechos falsos (que uno de los autores del robo fuera un pasajero)” y de ponerlo en “riesgo personal” al difundir su nombre.
Así como solemos señalar los errores o la falta de criterio de los funcionarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, es importante señalar lo acertado en denunciar las irregularidades cometidas por un magistrado, en defensa de un efectivo que además de cumplir con su deber, arriesgo su vida por el resto de los pasajeros. Es de esperar ahora que el Consejo de la Magistratura tome las medidas necesarias para que tengamos una Justicia mejor.
