El Gobierno planea aumentar las tarifas de transporte público

  El incremento que estudia el grupo de trabajo del ministro Dietrich para los colectivos y trenes urbanos va del 50% al 66% y se pondría en vigencia una vez que se resuelvan los “problemas técnicos-operativos” que surgieron en el armado del nuevo sistema.

El Gobierno avanzará antes que termine el verano con un fuerte ajuste de los boletos de colectivos y trenes que superará largo el 50% del valor actual. Para avanzar con este nuevo ajuste que las autoridades siguen negando, el Ministerio de Transporte que conduce Guillermo Dietrich lo presentará como un ahorro para el pasajero en el marco de la presentación de un boleto «multimodal».

Se trata de una experiencia que lleva décadas en ciudades del primer mundo como Berlin, Barcelona, Nueva York o Paris, que permite con el mismo boleto combinar diversos medios de transporte.

El incremento que maneja la gente de Dietrich para los colectivos y trenes urbanos va del 50% al 66% y se pondría en vigencia una vez que se resuelvan los “problemas técnicos-operativos” que surgieron en el armado del nuevo sistema.

La idea de Dietrich es que el tramo más barato del boleto de colectivo pase a costar de 9 a 11 pesos y está en línea con el aumento del Subte a 10 pesos, que Larreta se vio obligado a desmentir cuando trascendió.

Como la lógica que marca la decisión en rigor es reducir los subsidios que se destinan al transporte para colaborar en la reducción del déficit que se disparó en el primer año de gestión de Macri, la instrumentación del “boleto multimodal metropolitano” está lejos de haber pasado por un proceso cuidado.

Tal como hizo con las subas superiores al 100% en los peajes de los accesos que fueron incluidas dentro de un «nuevo» régimen tarifario que varía según las horas del día, ahora la intención de Dietrich sería justificar los fuertes ajustes en el transporte con la incorporación de un “boleto integrado” con el cual los usuarios podrían combinar viajes en trenes, subtes y colectivos con una sola tarifa.

Lo mismo hizo el gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta cuando disfrazó el fuerte aumentó del subte, presentando un barroco sistema que si se viaja más de 20 veces por mes, se empieza a pagar menos.

El aumento es consistente además con los incrementos que el gobierno está previendo para este año en tarifas eléctricas, agua y combustibles, para seguir reduciendo los subsidios. No calza tan bien con la propuesta meta de inflación del 17 por ciento.

Las alternativas

En lo que respecta a los nuevos cuadros tarifarios, los técnicos del área de Transporte manejan dos alternativas.

Una de ellas, contempla elevar los actuales boletos de los colectivos un 50% para llevarlos a un nuevo escalón que oscilaría entre los 9 pesos y 9,50 pesos.

La otra variante prevé incrementos del orden del 66% que ubicarían las nuevas tarifas entre los 10 pesos y 11 pesos por viaje. Estos valores estarían alineados con la nueva tarifa plana de 10 pesos que las autoridades de la Ciudad impulsan para la red de subterráneos y que cuando trascendió, Larreta se vio obligado a desmentir.

En el caso de los trenes, tanto en los servicios eléctricos, como en ramales diésel; lo que está previsto autorizar es el mismo porcentaje de aumento que se apruebe para las líneas de colectivos.

El plan original del Gobierno era anunciar los ajustes y el nuevo boleto multimodal a fines de enero ó principios de febrero.

El boleto multimodal se hizo tan de apuro que cuando los técnicos de la SUBE empezaron a cargar los parámetros, que por ahora no permiten registrar ni contabilizar todos los viajes combinados.

Pero cuando los técnicos de Transporte comenzaron a cargar en el programa de la tarjeta SUBE los nuevos parámetros de funcionamiento, saltaron sobre el tapete varios contratiempos y escollos operativos que, por ahora, no permitirían registrar, ni contabilizar todos los viajes combinados previstos en el sistema.

Entre los servicios ferroviarios y los subterráneos, el sistema de “combinación” tarifaria no tendría mayores problemas.

En cambio, donde sí habría grandes dificultades técnicas para el funcionamiento del boleto multimodal es en los viajes combinados entre los trenes metropolitanos y los colectivos de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires.

Otro tema es que tal como planteado el sistema no permitiría el uso de la tarjeta Monedero que el grupo Roggio que opera los subtes vendió a VISA. Esta tarjeta es obsoleta y había quedado superada por la SUBE, pero tras el cambio de Gobierno, el macrismo le dio aire.

En principio, el plazo máximo que se habrían fijado las autoridades de Transporte para largar a la calle los aumentos sería la primera semana de marzo.

Si para esos días aún persiste el problema operativo, la idea sería dejar de lado el boleto multimodal por unos meses y aplicar las subas en juego con el costo político que esa medida implicaría de cara a la campaña electoral.

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