No hay descanso para el armado de unidad de Leónidas Requelme y Christian López, quien en las próximas semanas redoblará su plan de lucha a nivel nacional no solo contra empresas de seguridad y clientes, si no que elevará la apuesta con contundentes marchas a varios ministerios.
Se encuentran en la mira del Bloque distintas carteras del gobierno tales como el Ministerio de Seguridad, de Salud, de Transporte y en especial el de Trabajo.
Este último, ampliamente inculpado durante las últimas semanas por el moyanismo de actuar en detrimento de los trabajadores y su complicidad con las ART, y ahora, cuestionado por el Bloque Nacional de Seguridad Privada por la situación que afrontan sus trabajadores.
La inacción de este organismo estatal que arrastra sus vicios desde el gobierno macrista con Triaca y Sica, se ha prolongado con la gestión de Moroni. Fue la excusa perfecta durante el 2020 y el 2021 la pandemia mundial, razón para detener todos los procesos electorales en los gremios: hoy ya no hay motivo para seguir obviando la situación de UPSRA, el gremio de los vigiladores, que aún tiene como autoridad ilegítima y provisoria a Ángel García, con mandato vencido desde 2016 y sin participar de una elección democrática desde hace ya 10 años.
No solo este “olvido” de Moroni es razón suficiente de cuestionamientos por parte del Bloque: también lo es los acuerdos homologados con CAESI y García durante la pandemia que beneficiaron con sumas millonarias al sector empresarial e hipotecó las futuras jubilaciones de los trabajadores. Deberá el Ministerio de Trabajo dar las explicaciones suficientes de que ocurrirá con los dos años de aportes jubilatorios que tuvieron como destino las arcas empresariales.
Por todas estas razones y otras más, el Bloque Nacional centra su mira en esta cartera laboral cuya inacción actúa en perjuicio de los trabajadores. De una vez por todas, como bien expresó el secretario general de la CGT Pablo Moyano, deberán definir de que lado van estar: si del lado de los empresarios o de los trabajadores.