Detienen a un Jefe del Servicio Penitenciario Federal por facilitar la fuga de un preso

Oscar Evaristo Brítez debería estar purgando en el penal de Villa Devoto una pena de 30 años de prisión por el asesinato de un policía y seis robos a mano armada. En cambio, hoy está tras las rejas en España, donde fue acusado de narcotraficante.

No se trató de un intercambio oficial entre países, sino de un acto de corrupción: el 28 de agosto del año pasado salió caminando de la cárcel porteña gracias a documentos falsificados que le daban la libertad. Por ese hecho el que ahora está preso es el jefe penitenciario que se encargaba en Devoto de los oficios judiciales.

El de las fugas amañadas es un «bien de familia»: el 3 de noviembre fue asesinado su padre, Héctor Brítez, que estaba prófugo desde 2007, cuando luego de una salida transitoria no se reintegró a la cárcel de Ezeiza, donde purgaba una pena como organizador de tráfico de estupefacientes que le impuso en 2001 el Tribunal Oral Federal N° 1.

Hace un mes le acertaron tres balazos por la espalda en la esquina de Matheu y Estados Unidos, en el barrio de Balvanera. En su poder tenía un documento falso.

«No le quisieron robar. Fue un ajuste de cuentas. Creemos que fueron sicarios contratados por alguien que se quería vengar de Brítez», informó a La Nacion una detective de la Policía Federal.

Por la liberación de Oscar Brítez, por la que se sospecha de un pago de decenas de miles de dólares, un funcionario del Servicio Penitenciario Federal (SPF) está procesado con prisión preventiva: el subalcalde Roberto Severo, segundo jefe de la División Judiciales de Devoto al momento de los hechos.

Severo fue acusado por el juez federal Sergio Torres de favorecimiento en la evasión de un detenido, agravada por su carácter de funcionario público; falsificación de documento público reiterada; defraudación contra la administración pública, y arrogancia ilegítima de título profesional (tenía un título falso de abogado). Está preso en Marcos Paz.

Brítez padre estuvo detenido en la Unidad Penitencia N° 2 de Devoto entre el 16 de agosto de 2001 y el 10 de marzo de 2004. Desde marzo de 2002 hasta mayo de 2004 Severo cumplió funciones en esa cárcel.

Desde febrero de 2008 hasta marzo de 2010, antes de llegar a Villa Devoto, Oscar Brítez estuvo alojado en el Complejo Penitenciario N° 1 de Ezeiza, donde también trabajó Severo.

La sospecha de la Justicia es que Severo se vinculó con los Brítez cuando estuvieron alojados en las dependencias en las que él trabajaba.

Según la investigación de Torres y de su secretario Diego Iglesias, la liberación de Brítez fue posible después de que la División Judiciales, de la que Severo era subjefe, dio trámite a tres oficios que tenían contenido, sellos y firmas falsos.

A las 12.30 del 28 de agosto del año pasado, Brítez salió de la cárcel de Villa Devoto como si hubiera cumplido la condena. Un día antes se había recibido en el penal una notificación de una supuesta resolución de la Cámara Nacional de Casación Penal que declaraba nula la sentencia y ordenaba la inmediata liberación de Brítez. Se trata de uno de los tres oficios judiciales que según el juez Torres fueron falsificados.

Consta en el procesamiento de Severo que en junio de 2010 el Departamento de Inteligencia Penitenciaria había elaborado un informe, enviado a las autoridades del penal de Villa Devoto, «donde se daba cuenta de los antecedentes del interno Brítez y se informaba que estaría planificando una evasión con apoyo externo, para la cual su padre habría desembolsado cerca de 60.000 dólares».

El 27 de agosto de 2010, cuando llegó a Devoto el supuesto oficio de Casación, Severo era la máxima autoridad de la División Judiciales. Como jefe de turno revistaba el adjutor Luis Luna, que recibió el fax con la orden de liberación de Brítez.

Extraña a los investigadores que si bien Luna afirmó que había recibido la notificación por fax, en la lista de llamadas entrantes no se encontró ninguna recepción de comunicación en el horario que indicó. La sospecha es que el fax fue enviado desde un número interno del penal, según confiaron fuentes judiciales.

Además de Severo, fue procesado sin prisión preventiva Marcelo Luis Caparelli, como partícipe necesario de favorecimiento en la evasión y coautor de la conservación de materias destinadas a cometer falsificaciones. El fallo fue confirmado por la Sala II de la Cámara Federal.

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