Los casos, que replican en Capital Federal y el Conurbano, serían parte de un fraude en la modalidad “hormiga”, que se concreta en algunos de los centros habilitados para la recarga que, encima, no dan ticket.
«Nunca me cargaron los 50 pesos en la tarjeta SUBE». La frase fue publicada en la red social Facebook por Viviana Caminos, una reconocida militante contra la trata de personas y la violencia de género, que utiliza de manera constante los medios de transporte de la Capital Federal y el Conurbano, y que decidió alertar en detalle sobre una situación que padeció y requiere de máxima atención para los millones de usuarios de la tarjeta de pago para transporte público. El caso no parece ser aislado, ya que se vienen detectando estafas bajo la modalidad «hormiga» en los centros habilitados para cargar el plástico.
En su publicación en Internet, Caminos, que coordina la asociación Red Alto al Tráfico y la Trata, divulgó entre sus miles de seguidores la situación que le tocó padecer, tras lo cual recibió varios mensajes de otras personas que contaron situaciones de características similares.
«Sube: hay que exigir que en todo lugar donde carguemos la tarjeta nos den el ticket correspondiente. Cuidado!!!», escribió la profesional para, con posterioridad, brindar los detalles del episodio.
Así, relató que el hecho ocurrió el jueves 4 de febrero, cuando se encontraba en la estación Congreso de la Línea A del subterráneo. «Cargué $ 50, pasé rápido como toda persona que vuelve de trabajar -relató Caminos-. Al otro día intenté tomarlo en Primera Junta. Sorpresa, no tenía crédito. Cargo $ 20 y ahora sí miro cuánto saldo me queda al pasar: $ 6. O sea, habían desaparecido $ 10,50, más los $ 50 del día anterior. Perdí $ 60. Ayer me entero que a otra amiga le pasó lo mismo. Reviso mis cargas en la web. Nunca me cargaron los $ 50. Tienen que dar el ticket. Hagamos una campaña».
Como se sabe, la tarjeta SUBE es desde hace varios años un servicio utilizado por millones de usuarios de medios de transporte público, que permitió agilizar el ingreso a colectivos, trenes y subtes, pero además solucionar el problema de la falta de monedas, un auténtico dolor de cabeza para los ciudadanos en la etapa previa a la instrumentación de la tarjeta.
«Con la tarjeta SUBE ganás tiempo y comodidad. Evitás esperas y búsqueda de monedas. Tenés mayor seguridad porque llevás menos efectivo. Colaborás con el medio ambiente al utilizar menos papel. Viajás mejor», se sintetiza en la página oficial de la tarjeta. También en la web se informa que hay 6.500 puntos habilitados para cargar la tarjeta, y todos aparecen marcados en un mapa, con la dirección correspondiente.
Hay un detalle, conocido por quienes cargan en las ventanillas del subte, que no es menor y es alertado en la página oficial, acompañado de información y consejos. «La carga se realiza con dinero en efectivo a partir de dos pesos. Conservá el ticket de carga ante eventuales reclamos. Si cargás en las boleterías del subte (que no emiten tickets) te aconsejamos corroborar el saldo antes de retirarte, acercando tu tarjeta al dispositivo de carga. Recordá -puntualiza- que el servicio de carga SUBE es gratuito. Si detectás alguna irregularidad, podés informarla acá», explicita la mencionada página.