La presidenta Cristina Kirchner ordenó que se suspenda la movilización del próximo viernes 20, en una decisión sorpresiva comunicada apenas una hora después de una publicitada cumbre entre Hugo Moyano y Luis D Elía para ajustar los detalles de la convocatoria.
«Quiero agradecer a todos los compañeros de la CGT por la convocatoria que hicieron para apoyar al gobierno popular. Pero quiero pedir que ese acto lo hagamos en algún otro momento, por el trabajo, la paz y la Patria», señaló la jefa de Estado al encabezar junto a Hugo Moyano un acto en la Unión Ferroviaria.
Según dijo la Presidenta, la decisión de dar de baja la convocatoria la tomó «luego de leer lo que sacó Clarín», respecto de la movilización organizada por la central obrera, que -dijo-«son todas mentiras».
Se refirió así a la información publicada este jueves por el matutino, que indica que la marcha sería en realidad una demostración de fuerza de la central obrera ante la posibilidad de que el Gobierno esté analizando introducir algún cambio en la forma de representación sindical.
«Las mentiras con las cuales se intenta confundir a la sociedad ya son demasiadas y yo no quiero que ningún trabajador argentino le sea enrostrado en su cara que quiere imponer una forma de organización sindical. Todas son mentiras. Es mejor mostrarles a algunos que el modelo de organización sindical va más allá de un acto», subrayó Cristina Kirchner, en la celebración del aniversario número 87 del gremio ferroviario.
La mandataria atribuyó a esa información la decisión de cancelar el acto, aunque otras voces evaluaron que las repercusiones de esa movilización serían nocivas para la imagen del Gobierno en plena ebullición social.
El anuncio de la mandataria se produjo apenas un par de horas después de que Moyano recibiera en la sede de la CGT al dirigente social Luis D Elía a fin de coordinar la movilización hacia la Plaza de Mayo, que esperaban fuera «multitudinaria», con la participación de más de 70 mil personas.
«Hemos decidido reforzar esta expresión de la voluntad popular a raíz de la preocupación que compartimos ante el crecimiento del ánimo conspirativo en diversos sectores. Vamos a defender el orden constitucional y la vigencia de la democracia», había señalado tras el encuentro el vocero de la CGT Juan Carlos Smith.
Estos dos sectores, que por años arriaron distintas banderas, habían coincidido en unificar consignas para identificar «enemigos comunes del pueblo y la democracia», a pesar de algunos matices por el hecho de que la CGT sumara a la macha su eslogan «en defensa del modelo sindical argentino», lo que genera diferencias en las agrupaciones que siempre reclamaron libertad gremial.
La central obrera y D Elía habían identificado como «conspiradores» del Gobierno a referentes de la oposición como Elisa Carrió, Gerardo Morales y Eduardo Duhalde, además de la Mesa de Enlace del agro, «sectores de opinión» mediáticos y figuras de la farándula.
«La Presidenta ha tomado decisiones como la estatización de los recursos en manos de los banqueros, el plan de empleo, la ley de medios y la asignación universal por hijo, que son cosas que enojan a los sectores de poder económico, muchas veces trasnacionalizado, que no quieren que estas cosas sucedan en la Argentina», remarcó D Elía en conferencia de prensa.
Pero la Presidenta, que había sido invitada para cerrar el acto, dijo no: «Sentí una vez más el cinismo de la mentira. Quiero agradecer esta convocatoria pero tal vez pueda hacerse en otro momento. Se podría distorsionar lo que es simplemente el reconocimiento hacia un Gobierno que le ha devuelto a los trabajadores su dignidad», remarcó.
Y luego de hacer una fuerte defensa del modelo sindical vigente, recordó que el 15 de diciembre próximo, la central obrera hará un «hermoso acto en la cancha de Vélez» para demostrar «cuál es este modelo de organización sindical que cree que lo más importante no es destruir sino conseguir mejoras para sus trabajadores».
«Debemos ser lo suficientemente inteligentes como para desarmar argumentaciones, escenarios, mentiras y cinismo que quieren plantear quienes de a poco se les va cayendo la máscara», advirtió la Presidente, que el viernes 20 inaugurará, en cambio, una muestra sobre la Vuelta de Obligado.
Y en un nuevo enfrentamiento con el Grupo Clarín, Cristina Kirchner dijo que «las mentiras con las que se intenta confundir a la sociedad son demasiadas» y denunció que «a ese diario no le interesan los trabajadores».
«No sé si los lectores de Clarín y los que amamos la democracia, saben que por ejemplo no pueden los periodistas de ese medio tener una comisión interna. No sé si saben que eso que quisieron presentar como que se obstruía la libertad de prensa, que es la distribución de diarios, esconde el trabajo en negro de esos trabajadores, y lo quieren presentar como una ofensa a la libertad de prensa», dijo la Presidenta.
