Un insólito hecho judicial se produjo entre el Fiscal Federal de Bahía Blanca Abel Córdoba, y personal de dos unidades penitenciarias de la provincia de Córdoba, que terminaron con dos denuncias cruzadas en la justicia, la denuncia contra el Fiscal fue ordenada por la Ministro de Justicia de la provincia Graciela Chayep.
Córdoba ingresó a las 10:30 de la mañana del martes al penal del barrio San Martín, y fue recibido por el Alcaide Mayor Rubén Ceferino Ochoa, a quien el Fiscal federal, designado en marzo último como titular de la fiscalía de Violencia Institucional, le informó que iban a realizar una inspección del penal, que duró cerca de ocho horas.
Según informó el diario local La Voz del Interior, el Fiscal y los seis colaboradores que lo acompañaban, se rehusaron a dejar sus celulares en la guardia, como exige la reglamentación interna, y recorrieron varios pabellones, entrevistando a detenidos.
Luego, una vez ingresado a la sala del servicio médico del lugar, Abel Córdoba procedió a retirar 17 esposas con cadenas que, por prescripción médica, se suelen utilizar como elementos de sujeción de esos pacientes alterados.
A última hora del martes, por expresas instrucciones de la ministra de Justicia y Derechos Humanos, Graciela Chayep, el Alcaide Mayor Ochoa denunció lo sucedido ante la fiscalía de instrucción de turno de la justicia provincial a cargo de Raúl Garzón. Se denunció a Córdoba y sus acompañantes por no exhibir orden de allanamiento y llevarse los elementos de sujeción permitidos por la legislación vigente.
Un día después de lo sucedido, el mismo Fiscal trató de ingresar al complejo penitenciario de Bouwer con el mismo propósito, pero las autoridades no se lo permitieron.
A raíz de ello, Córdoba presentó un amparo ante la Cámara Federal de Apelaciones de la provincia, argumentando que no le habían permitido entrar al establecimiento para constatar irregularidades.
Desde la Cámara lo derivaron al Juez federal Ricardo Bustos Fierro, quien deberá resolver la viabilidad del amparo.
