Córdoba: Otro turista muerto ahogado

La víctima, de 35 años, se arrojó al agua en el balneario natural Nido del Águila y no volvió a salir a la superficie. Era de Avellaneda, en el sur del conurbano bonaerense, y estaba junto a su pareja. Es la octava muerte registrada por esta causa en el último mes y medio, y la segunda en los últimos dos días.

La tragedia envolvió por segunda jornada consecutiva a Mina Clavero, en la provincia de Córdoba. Es que después de que un turista muriera ahogado el viernes tras tirarse al río para intentar recuperar una ojota de su hija, este sábado perdió la vida del mismo modo otro hombre que también se encontraba de vacaciones en el centro urbano ubicado en el valle de Traslasierra.

El episodio ocurrió alrededor de las 13.30, cuando la víctima, de 35 años y oriunda de la ciudad bonaerense de Avellaneda, se encontraba junto con su pareja en el balneario natural Nido del Águila, situado junto al río Mina Clavero.

Según informaron medios cordobeses, el turista se arrojó al agua en un curso caracterizado por la formación de ollas profundas y no volvió a salir a la superficie.

La mujer inmediatamente solicitó ayuda y los trabajos efectuados por bomberos y personal del Duar (Departamento Unidades de Alto Riesgo) y Etac (Equipo Técnico de Acción ante Catástrofes) llevaron al hallazgo del cuerpo, a seis metros de profundidad.

El hecho fue calificado como “muerte de etiología dudosa” por la fiscalía de Villa Cura Brochero. Se trata de la octava víctima por esta causa en Traslasierra en el último mes y medio.

La tragedia previa a la de este sábado sucedió horas antes, más precisamente el viernes, cuando otro turista de 34 años, que había llegado a las sierras desde Zárate, en el norte de la provincia de Buenos Aires, murió ahogado tras zambullirse al río para rescatar una ojota.

El hombre estaba en el balneario Los Elefantes, camino a Villa Cura Brochero, junto a su esposa y sus hijas de 17, 9 y 6 años.

El accidente fatal ocurrió alrededor de las 13.40 horas, cuando se lanzó al agua en una maniobra que parecía sencilla, con un objetivo trivial: recuperar la ojota de una de sus hijas que había caído al río, cerca de una cascada.

Lo que no sabía era que, detrás del entorno idílico de las sierras y del agua encantadora, había peligro. El lugar se trata de un rincón en el que el río Los Sauces serpentea en un trazado cerrado, con zonas de rápidos y ollas hondas. Está encajonado por rocas que forman cascadas.

Tras meterse en el agua, el turista nunca logró emerger a la superficie. Quedó atrapado en una ventana natural formada entre las piedras y el agua.

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