Miles de usuarios del transporte público de colectivos sufren las inclemencias del tiempo y se muestran molestos por la falta de refugios y plataformas en Plaza Constitución, tal como desde El Sindical, venimos denunciando desde que Macri y Santilli, iniciaran las reformas en las dársenas y plazoletas frente a la terminal de trenes.
Las obras que el gobierno de la Ciudad está realizando y que en su momento generaran un duro conflicto con los comerciantes de la zona, provocan ahora consecuencias en los pasajeros.
Por las reformas sólo quedan dos dársenas para las paradas de más de 15 líneas de colectivos, y los usuarios deben amontonarse a la intemperie para abordar los mismos.
Los usuarios sufren las altas temperaturas al rayo del sol en los ardientes días de verano y debieron hacer frente a las fuertes lluvias a que se desataron en los últimos tiempos, sin un mínimo techo donde resguardarse.
Ante esta situación la gente se siente molesta y no puede entender como se les anuncia un alerta naranja ante el peligro del golpe de calor y contrariamente deben estar expuestos al riesgo mientras aguardan el transporte que los lleve a su trabajo o a su domicilio.
Gente mayor, discapacitados y mujeres embarazadas o con hijos pequeños en sus brazos, son la muestra más cabal de la situación y la poca preocupación por la solución a estos problemas.
Ante los reclamos, en el gobierno de la Ciudad no hay quien atienda las sugerencias y ya han sido varias las veces que personas que aguardan los colectivos deben ser atendidas por descompensación.
Además, esta moda PRO de vallar con chapas las obras, las mismas favorecen los hechos delictivos ya que no hay una visión por parte de quien camina por el lugar de lo que se va a encontrar del otro lado, y la presencia de los primeros días de la Policía Metropolitana, brilla por su ausencia.