La tragedia golpeó al seleccionado alemán y a todo un país que no sale de la conmoción. El arquero Robert Enke, del Hannover de su país, murió tras arrojarse al paso de un tren, según confirmó su propio representante.
Enke, tenía 32 años y se había perdido los últimos partidos de la selección alemana debido a varias lesiones, pero era una fija en la lista de Joachim Löw para Sudáfrica 2010. «Nos encontramos en estado de shock. No sé qué decir», declaró el manager nacional Oliver Bierhoff al conocer la noticia.
El arquero fue suplente de Lehmann en la Eurocopa 2008 y titular en varios de los partidos de Eliminatorias que clasificaron a Alemania al Mundial de 2010. El futbolista estaba casado y tenía una hija después de haber perdido otra, tres años atrás, a causa de una grave enfermedad cardíaca.
El presidente del Hannover, Martin Kind, le dijo a la agencia DPA estar seguro de que el deceso de Enke «no tiene nada que ver con el fútbol» y que «es un horror». «Uno espera que pasen muchas cosas en la vida, pero no algo así», agregó.
Kind, además, mencionó que el estado emocional del arquero era «inestable» y que seguía afectado por la muerte de la hija, pese a que junto con su esposa habían adoptado luego a una niña.
