Recibieron penas de hasta 10 años de cárcel. Exigían dinero a comerciantes para «protegerlos» de delitos. Y también «liberaban zonas» a delincuentes.
Ocho policías, entre ellos el ex jefe de la comisaría 49ª de Saavedra, fueron condenados esta tarde a penas de hasta 10 años de prisión por integrar una asociación ilícita dedicada al cobro de coimas a comerciantes y delincuentes.
El fallo del Tribunal Oral Federal (TOF) 6 porteño recayó sobre el ex Comisario José Antonio Carranza, quien recibió 10 años de cárcel; los ex Subcomisarios Fernando Echagüe y Horacio Ponce; el ex oficial Subinspector Gabriel Belluschi; el ex suboficial Carlos Marcos; los ex sargentos Luis González y Jorge Altuna; y el cabo primero Cristian Ochoa.
Por su parte, el ex oficial Subinspector Cristian Pavón fue absuelto, aunque sólo había sido acusado del cobro de las coimas pero no de integrar la asociación ilícita.
En calidad de «miembros», el TOF decidió condenar al ex Sargento Altuna a la pena de 8 años; al ex suboficial Echagüe a 6 años y medio; al ex suboficial Ponce a 6 años y al ex suboficial Marcos y al ex Sargento González a 4 años.
El tribunal también condenó por el mismo delito al ex Subinspector Gabriel Belluschi a 3 años y medio y al ex Cabo Cristian Ochoa a 3 años y cuatro meses de prisión.
Además, los policías que llegaron al juicio detenidos, recibieron inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos, salvo Echagüe y Ponce que no lo harán por cinco y cuatro años, respectivamente.
Según se acreditó en el juicio, los efectivos -que se desempeñaban en la comisaría 49ª- cometieron los ilícitos entre 2008 y diciembre de 2009. Entre otros aspectos, se comprobó que exigían dinero a comerciantes de Saavedra para «protegerlos» de hechos delictivos. Y también «liberaban zonas» del barrio a delincuentes.
El veredicto del Tribunal, integrado por los jueces José Martínez Sobrino, Julio Panelo y María del Carme Roqueta, fue leído en la sala ubicada en el subsuelo de los tribunales de Comodoro Py ante familiares y amigos de los condenados que estaban detrás de un blindex. Ante la sentencia, algunos de los conocidos de los detenidos comenzaron a llorar y a retirarse de la sala en desacuerdo con la condena.
Los policías condenados escucharon el veredicto, que se retrasó más de una hora, y fueron trasladados por personal del Servicio Penitenciario Federal hacia el penal de Marcos Paz, donde cumplirán la pena impuesta.