Unos 100 clientes fueron obligados a pagar elevadas sumas de dinero por el sólo hecho de haber ingresado o de haber tomado un trago. Una mujer detenida.
Fuentes policiales informaron que los damnificados son en su mayoría hombres que fueron engañados por las «coperas» de los locales, que ni bien entraban al lugar les exigían el pago de 120 pesos o, de lo contrario, le mandaban a los «patovicas» del lugar para que arreglaran las cuentas.
Los allanamientos se realizaron en los locales situados en Carlos Pellegrini 469, avenida Corrientes 919 y Suipacha 472 y 532, donde trabajaron efectivos de la División Delitos Contra la Salud de la Superintendencia de Investigaciones Federales, por orden del Juez de Instrucción 13, Luis Zelaya.
La investigación se inició hace un año, tras un informe periodístico de un canal de televisión, en el que se mostraba cómo turistas y empleados que salían a distraerse tras su horario de trabajo eran extorsionados, maltratados y hasta robados.
La cantidad de denuncias realizadas por los mismos hechos llevaron a que las distintas fiscalías intervinientes decidieran unificar todos los casos en un sólo expediente, en el que hay más de 100 damnificados por los delitos de «estafa y robo agravado reiterado», dijeron los voceros.
La pesquisa comenzó en junio del 2009 y desde entonces se registraron varias denuncias de clientes que concurrían a esos locales nocturnos, tras ser captados mediante volantes callejeros, en los que se promocionaban los servicios de las llamadas «coperas» y se ofrecía una consumición gratis.
Una vez en el interior de los boliches, mujeres semidesnudas, después de una breve danza, se acercaban a los clientes y les indicaban que debían pagar aproximadamente 120 pesos en concepto de «una copa».
Las chicas explicaban que era por lo consumido, por su compañía y por lo que vieron de ellas, a pesar de que en muchos casos el cliente no había llegado a consumir bebida alguna.
Si el espectador no tenía el dinero reclamado o se negaba a pagar, las mujeres lo mandaban a hablar con un «patovica» del local, que con malos tratos en algunos casos le quitaba la plata que tenía encima o lo obligaba a ir a un cajero automático para retirar efectivo, bajo una estricta vigilancia.
Por el hecho, una mujer de 30 años fue detenida durante los operativos, acusadas de ser la coordinadora de los cuatro locales allanados. Las fuentes no descartaron que en breve se lleven a cabo más detenciones.
Durante la pesquisa, los policías de División Delitos contra la Salud detectaron la misma modalidad en otros locales nocturnos, por lo que pusieron en conocimiento de los hechos a la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción 48.
Yo sufrí en carne propia esta situación, en el 2007 y creo 200 es una cifra demasiado austera. Esta gente me hizo pasar el peor momento de mi vida, y la policía no fue capaz de hacer nada.