Las trabajadoras en la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) del Chaco se volcaron en las últimas horas a las redes sociales exigiendo se identifique y sancione a quienes colocaron una filmadora en uno de los inodoros de la delegación para registrar imágenes de su intimidad.
En un texto posteado en la red social Facebook, las mujeres indican que la cámara fue descubierta el 22 de octubre del año pasado, cuando una de ellas notó algo raro en un módulo higienizador colocado dentro de uno de los inodoros del sanitario femenino.
Así fue que descubrió que debajo de un dosificador de líquido desodorizador se había instalado una diminuta cámara, del tamaño de un pendrive, sujetada con tela adhesiva.
La mujer alertó a sus compañeros del hallazgo y comprobaron que el dispositivo almacenaba imágenes de las usuarias del baño, obviamente, sin ropa interior.
Comunicaron entonces de la situación a las autoridades de la delegación de Vialidad Nacional que inició un sumario administrativo que hasta ahora resultó estéril.
Seis meses después de comenzadas las actuaciones, sin que haya una resolución ni se determine quién es el responsable de la invasión a su intimidad, las mujeres iniciaron una movida en las redes sociales subiendo una foto que se sacaron en uno de los accesos a Vialidad Nacional con una pancarta que expresa su reclamo: «Exigimos conclusiones».
Dentro del organismo se apunta por el escándalo a un empleado de nivel jerárquico del que se teme que tenga algún tipo de protección política o gremial.
«En esto nos jugamos la cabeza todas las que decidimos no callarnos», dijo en reserva una de las empleadas que participa de las acciones de difusión.
En las redes sociales, ellas califican de «hecho aberrante» a lo ocurrido, y señalan que la cámara seguramente también filmó a hijos de agentes de Vialidad que hicieron uso del sanitario intervenido al estar en el edificio con sus padres.
«Nos sentimos moralmente superadas. Esta cámara estaba estratégicamente escondida, pegada con cinta de embalar, debajo del dispenser de desodorante para inodoros, filmando directamente nuestras partes íntimas».
«Una cinta similar se halló luego en el sanitario destinado a personas con capacidades diferentes. En este caso, bajo el lavatorio de manos con el adhesivo expuesto hacia afuera, para sostener cualquier objeto pequeño, lo que nos hace suponer que esta práctica pudo haber sido reiterada con anterioridad»,
denunciaron.
Destacaron luego que aunque el sumario se inició a poco de descubierta la cámara y que el baño se clausuró «para preservar pruebas», la actuación administrativa sigue «sin resolución final a la fecha, a pesar de haber transcurrido seis meses».
Por eso no dudan en definirse como «víctimas de un hecho que vulnera los principios de ética y moral, y demuestra la perversión del autor de este avasallante acto, con el que actualmente continuamos compartiendo nuestro lugar de trabajo, al que inevitablemente todos los días debemos volver y, de quedar impune, nos expone a otros abusos de mayor gravedad».
Describen a la situación como «insoportable» ante la incertidumbre de desarrollar su jornada laboral «junto a quien nos filmó en un momento tan privado y natural para el ser humano como lo es el íntimo acto de ir al baño».
«Manifestamos la gravedad del hecho de violencia de género, ya que no sólo ha sido vulnerada la intimidad de las agentes del Distrito, sino que además, la impunidad que este acto aberrante representa pone en juego los valores institucionales de nuestra repartición, y su falta de esclarecimiento atentaría contra la
seguridad y los derechos de todas las mujeres de Vialidad Nacional», agregan.
«Debido a los niveles de desconfianza y angustia reinantes en nuestro lugar de trabajo, invocamos la expresa manifestación de solidaridad y acompañamiento de todos los compañeros para que se descubra al responsable y se le apliquen las sanciones que correspondan, como única vía posible para reestablecer las
condiciones de trabajo armónicas, la confianza en la institución y la dignidad de las compañeras», concluyen.