El estudio panameño anunció el fin de sus operaciones debido al impacto en sus finanzas y reputación tras el escándalo global de evasión de impuestos desatado en 2016.
El bufete panameño Mossack Fonseca, donde se originó la filtración de los llamados «Papeles de Panamá«, anunció el fin de sus operaciones debido al impacto en sus finanzas y reputación tras el escándalo global de evasión de impuestos desatado en 2016.
La firma legal especializada en crear compañías en paraísos fiscales saltó a la fama tras la filtración a los medios de millones de documentos que detallaban las operaciones de sus clientes, salpicando a figuras como el presidente ruso, Vladimir Putin, o el futbolista argentino Lionel Messi.
«El deterioro reputacional, la campaña mediática, el cerco financiero y las actuaciones irregulares de algunas autoridades panameñas, han ocasionado un daño irreparable, cuya consecuencia obligada es el cese total de operaciones», dijo Mossack Fonseca en un comunicado.
Las revelaciones del caso generaron indignación mundial al conocer en detalle cómo políticos, criminales, empresarios y deportistas de élite utilizaban entramados fiscales para pagar menos impuestos en sus países.
La compañía, que siempre ha defendido la legitimidad de sus actividades, dijo que pasó de tener 600 empleados en 40 países a menos de 50 después del escándalo y agregó que un pequeño grupo de colaboradores seguirá trabajando para atender las solicitudes de las autoridades.
El año pasado, las autoridades panameñas allanaron las oficinas de Mossack Fonseca y arrestaron a sus socios fundadores para investigar posibles nexos con la constructora brasileña Odebrecht, que admitió haber sobornado a funcionarios locales y en otros países para obtener contratos.
Ramón Fonseca, uno de los socios que luego fueron puestos en libertad, negó que la firma tuviera conexión con Odebrecht y acusó al presidente Juan Carlos Varela de haber recibido coimas de la firma brasileña. Varela ha negado las acusaciones.