La sufrieron los representantes de los trabajadores de ese nosocomio, quienes denunciaron que fueron víctimas de una feroz paliza por parte de una ‘patota’ que irrumpió violentamente en el interior del local que tiene la ATE en el edificio.
Representantes de los trabajadores del Hospital Durand, ubicado en el barrio porteño de Caballito, denunciaron que anoche fueron víctimas de una brutal golpiza por parte de una «patota» que irrumpió en el local que tiene la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) en el edificio, motivo por el cual radicaron la denuncia policial.
«Anoche, entre las 20 y las 22, el enfermero Walter Fernández y un familiar, de nombre Facundo Villar, fueron atacados a golpes por cinco o seis desconocidos que sin identificarse ni explicitar los motivos de su violencia irrumpieron en el espacio gremial ubicado en el pabellón Herrera Vega, en la planta baja del hospital», aseguró Héctor Ortiz, delegado de ATE del centro de salud, en declaraciones a Télam.
La agresión, según Ortíz, «incluyó la rotura de armarios y puertas del local, y ocurrió cuando ya no había gente en ese sector del hospital».
«A la noche esto es ‘tierra de nadie», porque la vigilancia consta de sólo tres personas de una empresa privada de seguridad que apenas alcanzan a mirar lo que ocurre en la entrada y en la guardia», completó el hombre.
El delegado informó que además de elevar una nota a la dirección del hospital, a cargo de Carlos Rosales, radicaron la denuncia en la comisaría 11. «Fuimos agredidos cuando volvimos de la jornada de protesta que se hizo en el Hospital Rivadavia por la pasividad y el nulo control de las agencias de seguridad que deben cuidar al personal, pacientes y patrimonio del nosocomio», señaló Ortíz al dar detalles del momento en que ocurrió la agresión.
Justamente, la delegación porteña de ATE realizó el martes un paro de 24 horas en los 25 hospitales de la Ciudad de Buenos Aires en los que tiene representación gremial, ante la falta de respuesta del gobierno de Mauricio Macri a los episodios de violencia, como el ocurrido el sábado pasado en el Hospital Rivadavia.