Brain training: claves para poner las neuronas «a punto»

Brain-training La gimnasia mental o brain-training consiste en mantener un cerebro activo y sin estrés. Aprender idiomas, llevar una alimentación sana y reírse mucho son hábitos muy positivos.

La falta de memoria, el cansancio, el estrés o el poco rendimiento académico y laboral son inevitables en el cierre del año y es muy común que después de las fiestas comience el estrés de todos los proyectos que hay que encarar en el 2016.
Al igual que los músculos, las neuronas también necesitan cierta ejercitación mediante estímulos que les permitan estar ágiles, producir al máximo y evitar que el rendimiento cognitivo se deteriore con el paso del tiempo. Para mantenerlas en su mayor potencial no son necesarios suplementos o píldoras mágicas: sólo con incorporar algunos hábitos y ejercicios neuronales alcanza para que el comienzo de un nuevo año no arrase con la motivación.
Una sola cosa a la vez
La famosa multitarea de la que suelen alardear quienes pueden realizar varias actividades a la vez está altamente cuestionada desde el punto de vista neurocientífico. Está demostrado que el cerebro es incapaz de tomar dos decisiones a la vez. Al estar forzado a repartir la atención, disminuye el rendimiento y el cerebro se estresa. Para evitarlo- ya que generalmente es necesaria la concentración en múltiples cosas- los expertos proponen enfocar el tiempo de ocio en una sola actividad: leer, cocinar o hacer manualidades exclusivamente mejora la concentración y reduce el riesgo de deteriorar la actividad cognitiva en un 50%.
«Neurobic» o «Brain-training»
Nada más y nada menos que el ejercicio para las neuronas, los estímulos necesarios para mejorar la memoria y los pensamientos lógicos y creativos. Se trata del arte de poder llevar a cabo tareas diarias de una manera ligeramente distinta, por ejemplo, cepillar los dientes con la mano no dominante, darse una ducha con los ojos cerrados o conducir con guantes. «Son algunos modos ingeniosos de engrasar los circuítos de atención», explica el neurólogo Lawrence Katz en su libro La Mente Despierta.
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Las neuronas y el cerebro se ven beneficiados con el ejercicio físico por la sangre, el oxígeno y los nutrientes que recibe
Gimnasia física y mental
El cerebro humano disfruta y agradece enormemente al cuerpo cada vez que se le dedica un tiempo al gimnasio o a alguna actividad aeróbica porque esto le proporciona un suministro extra de sangre, oxígeno y nutrientes. Según una serie de trabajos científicos en 2011, treinta minutos de caminata intensa al día son más que suficientes para beneficiar la actividad neurológica. Además, a partir de los 65 años, tres días a la semana de actividad física pueden reducir el riesgo de demencia en un 38%.
Comer con el cerebro

El aceite de oliva, las frutas y verduras de todos colores, las legumbres y el pescado -en fin, la dieta mediterránea- constituyen un modelo de alimentación con grandes beneficios en la actividad neuronal previniendo incluso la demencia y frenando sus síntomas.
Por otro lado, aunque el azúcar en exceso puede dañar el centro de operaciones de la memoria, el hipocampo, estudios publicados en la revista British Journal of Clinical Pharmacology concluyeron que uno de los componentes del cacao, los flavonoles, están relacionados con un mejor desempeño cognitivo. El motivo es que estimulan la perfusión cerebral, favorecen la neurogénesis y promueven cambios en las áreas relacionadas con el aprendizaje y la memoria.
Aprender idiomas o música
Con la vejez, el cerebro se acostumbra a llevar a cabo tareas que le resultan familiares, y tiende a estancarse. Aunque a cierta edad ya hay menos estrés, esa rutina sumida en la tranquilidad no es buena para las neuronas. Aprender idiomas constituye un excelente protector frente al deterioro cognitivo ya que puede retrasar la aparición del alzhéimer en hasta cinco años. Para los virtuosos, otra opción es aprender a tocar un instrumento musical, una de las formas más exigentes y eficaces de estimulación mental, con efectos profundos y duraderos.
 
Llevar una vida social activa
Conocer gente nueva, salir con amigos o con la pareja fertiliza el cerebro. Las relaciones interpersonales ofrecen más beneficios de los que se cree a la hora de estimular las neuronas. De hecho, según un estudio realizado en Suecia, quienes viven solos o conservan pocos lazos sociales tienen un 60 % más posibilidades de sufrir demencia.
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Mientras se duerme el cerebro esta activo, es decir que es un gran momento para el aprendizaje
 
Dormir bien

Una buena noche de sueño suele ser la clave para que el estado de ánimo, la motivación, el juicio, la percepción y la memoria no se vean afectados. El cerebro está activo cuando se duerme entonces puede tener impactos directos en el aprendizaje.
Aliviar tensiones

El estrés es un mecanismo natural que, en dosis excesivas, acarrea serias consecuencias para la salud y, según un estudio llevado a cabo por científicos del Instituto Karolinska de Estocolmo, incrementa el peligro de desarrollar demencia. El yoga, aliado con la meditación, es ideal para relajar la mente y entrenar el cuerpo.
Reír mucho

Patch Adams no se equivocaba: reírse es, sin duda, una medicina muy eficaz. En una buena carcajada se ejercitan los músculos, se reduce el estrés, se reactivan conexiones neuronales y se liberan hormonas que contribuyen a generar una sensación de bienestar.
Fuente: Infobae

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