La ineficacia en algunos casos y la corrupción en otros, han llevado a que los vecinos consideren algunas zonas como «liberadas» por la sucesión de delitos y la poca presencia policial.
Hoy tenemos ejemplos como la comisaría 6ta de Avellaneda, donde varios vehículos fueron incendiados en un lapso que no supera los 30 días, los robos aumentaron y hasta robaron el banco local, obviamente no se llegó a los responsables.
La comisaría 4ta objeto de varios reclamos vecinales quedó bajo sospecha luego que algunos efectivos de la misma terminaran detenidos por un «arreglo» con un conocido narco de la zona de Villa Domínico, no sería el único caso y se le podrían sumar otros policías a la investigación.
La comisaría 5ta, sigue sin poder mejorar su imagen frente a la mayoría de los vecinos a pesar que trabaja, cuando todo parece estar marchando bien, un nuevo hecho moviliza medios y a la opinión pública.
La comisaría 2da, a los reclamos vecinales para mejorar el patrullaje ahora se suma la denuncia de una vecina contra el jefe de calle por pretender intimidar a algunos vecinos y permitir una usurpación.
Y el resto de las comisarías presentan un desempeño regular.
Todo esto ha permitido que en Avellaneda, la violencia no tenga contención.
Basta tomar como ejemplo el hecho de sangre ocurrido el día 26 de junio en la localidad de Piñeyro donde dos jóvenes fueron a realizar un «ajuste de cuentas» y la oposición de la víctima que se traba en lucha con el delincuente que comienza a disparar sin hacer blanco, deriva en que el otro joven que conducía la moto comience a disparar hiriendo mortalmente a su cómplice.
Alguno medios desinformados paradójicamente publicaron que se trato de un vecino que se defendió de una tentativa de robo y hasta titularon 1 menos, la violencia no se puede combatir con violencia, mucho menos por quienes no están preparados para enfrentar delincuentes, ya que no se trata solo de tirar tiros, abundan los casos donde gente que se armo hirió o mató a un inocente o fueron asesinados al oponerse. En este caso en especial, si se quiere mejorar la seguridad, habría que indagar un poco a todos los involucrados en el hecho, hay vecinos que recuerdan que en el taller mecánico hace unos años la policía lo allanó por encontrar partes de autos robadas.
La ausencia de trabajo y complicidad de las autoridades llevan muchas veces no solo a la inseguridad por robos, sino a la inseguridad donde las bandas se enfrentan a los tiros, todo producto de la impunidad y la corrupción, a esos medios que suelen agitar estas cuestiones, que dicen tener primicias, por qué no le cuentan a los vecinos que en algunos barrios han incorporado como empleados municipales a personajes conocidos entre los vecinos por sus actividades delictivas.
Todo este panorama donde parece que no existe seguridad, donde impunemente se cometen delitos y donde algunos policías no cumplen con su trabajo, generan en la sociedad un estado de alerta casi de paranoia, que es aprovechado por algunos oportunistas para proponer de forma irresponsable soluciones que no llevan a nada, que la gente se arme, que haga justicia por mano propia solo fomentará que los robos sean más violentos, o alguien con inteligencia cree que los delincuentes sentirán miedo y dejarán de robar para ir a trabajar?. No señores, se armarán mejor y reaccionaran ante el menor movimiento.
La inseguridad y el delito se combaten con un plan coordinado, con policías que aprecien su trabajo, con menos corrupción, con políticos comprometidos con los vecinos y no preocupados en sus propios negocios. Con funcionarios judiciales que hagan su trabajo y dejen de lado la rosca con los políticos buscando ascensos no por méritos de trabajo sino por favores concedidos, hay que controlar el trabajo de los fiscales y los jueces como ciudadanos y que los políticos hagan lo mismo, acompañar a los vecinos para una justicia mejor.
Pero especialmente la violencia se enfrenta con la verdad, ya lo decía el Indio «violencia es mentir».
