Avellaneda: De capital del fútbol a fiesta del Covid

A pesar del clima y las restricciones nocturnas en Avellaneda las fiestas clandestinas se multiplican y se hace más evidente la ausencia policial, Sergio Berni parece más preocupado en dar entrevistas por los medios diciendo que el presidente Alberto Fernández todos los días pide su renuncia en lugar de ocuparse de la inseguridad.

Por Avellaneda, las fiestas, la venta de alcohol y de drogas tienen motivos para festejar, un comisario con denuncias por corrupción que no funcionó en la comisaría de barrio fue premiado y pasado a jefe de drogas, un área muy sensible en Avellaneda y Lanús, mucho más después del enfrentamiento a tiros entre policías bonaerenses y de la Policía Federal Argentina en Sarandí que no fue un escándalo por la intervención política que repartió pauta a los medios para enterrar un hecho muy grave.

No es nuevo que en Avellaneda nunca existieron controles sanitarios y que el Covid no mató más gente porque los mayores se cuidaron y los jóvenes se reinfectaron varias veces y no tuvieron por el momento complicaciones graves, el futuro nos mostrará los efectos que la enfermedad dejó en sus cuerpos y salud.

Al descontrol nocturno que tuvo Avellaneda hay que sumar que el buen tiempo del domingo potenció las reuniones con exceso de personas, la mayoría sin usar barbijo y que mejor para una GRAN FIESTA ILEGAL que un municipio sin controles, parece que Alejo Chornobroff aceptó su rol de presta firma y a sabiendas que la candidata será Magdalena Sierra aprovecha a disfrutar su antecedente curricular como ex intendente, Mónica Ghirelli, el inútil funcionario Marcelo Rey y el Jefe de Estación de Policía Comisario Mayor Gregorio Martínez solo se ocupan de acrecentar su patrimonio pero poco hacen por hacer respetar la Ley y cuidar a los vecinos que se cuidan.

Frente al predio del Club Independiente en Wilde, en la calle Ortega al 5000, explotó una juntada de autos, más de 3000 personas, con música, bebidas y lo más peligroso circulando con autos que no se encuentran en condiciones de aprobar una VTV, ergo, se siguen cagando en el que cumple con todo lo que se requiere y se libera la calle y los espacios para los irresponsables, obvio que ninguno está con barbijo o distanciamiento, mucho menos son convivientes o de una misma burbuja. Semejante reunión se comenta en las redes sociales por vecinos enojados y con razón, pero parece que las cámaras no detectan nada o hay que pensar que los que organizaron el evento, con venta de productos y bebidas tienen algún acuerdo «comercial».

Todo bien con aprovechar el día y reunirse, pero no en un caos de tránsito, sanitario y de ilegalidad.

Seguramente será noticia en los medios una vez más que en el Conurbano no se cumplen las medidas sanitarias.

En una fiesta clandestina en la peligrosa Villa Tranquila el sábado por la noche la policía encontró bebidas de las buenas y caras, también gran cantidad de drogas, los hechos demuestran que las fiestas clandestinas son una gran excusa para mover el negocio de las drogas y diversión de los delincuentes.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *