Amplio repudio a los dichos de Eduardo Serenellini y Viviana Valles en LN+

Pasan los días y se van sumando comentarios y voces de repudio a ambos «periodistas» que desde La Nación+ realizaron comentarios normalizando la pobreza y con un mensaje poco periodístico como ser que habrá que acostumbrarse a perder cosas, una de ellas el no sentir vergüenza en darle comer una sola vez al día a sus hijos.

Los argentinos han rechazado en las redes sociales unas declaraciones del periodista Eduardo Serenellini, presentador de La Nación +, un medio cercano al Gobierno argentino, que normalizaba que, tras los ajustes económicos presentados por el Estado, la gente solo pueda comer una vez al día, comparando esto con no usar el coche o no ver películas.

Además, su compañera y presentadora Viviana Valles quiso normalizar el no comer con haber tenido que despedir a su empleada del hogar o haber cambiado a sus hijos a «un colegio privado más económico», mostrando que su situación es muy distinta a la del promedio de argentinos.

Las reacciones a los comentarios de ambos periodistas fueron muy duras, criticando que el ajuste fiscal lo tengan que pagar los ciudadanos, que ya partían de una mala situación económica que ha empeorado con la subida de precios provocada por las medidas del ministro de Economía Luis Caputo.

No es una novedad que el canal siempre a tomado una posición política bien clara, con una participación accionaria importante de Mauricio Macri, el medio que forma parte del grupo, se transformo en una propaganda del macrismo y perdida las elecciones la candidata, giraron a apoyar a Javier Milei a quien antes acusaban y el propio Milei los acuso de querer boicotearlo.

Ahora que el Gobierno Nacional es conducido por Luis Caputo, el empleado, socio, testaferro y amigo del jefe Mauricio Macri, el medio pretende influir en los ciudadanos, normalizando la pobreza, son los mismos periodistas que también piden mano dura, criminalizar la protesta y viven alejados de la realidad del resto de los argentinos, beneficiados con elevados sueldos para sentirse parte de la casta.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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