Los cuadros de psicopatologías relacionados al uso excesivo de las nuevas tecnologías ya se detectan en menores de 12 años. Los especialistas recomiendan la mirada atenta y límites por parte de los adultos.
Los cuadros depresivos, trastornos de ansiedad, adicciones consecuencia del uso excesivo de las nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) se detectan en niños y niñas cada vez más pequeños. Antes, estos cuadros se observaban en adolescentes, alrededor de los 15, 16 años, pero los especialistas advierten que ahora hay casos en menores de 12, 10 años, por lo que insistieron en la importancia de la mirada atenta de los padres, fijar límites, y promover un buen uso de las computadoras, notebooks, tablets, teléfonos celulares, así como dar el ejemplo.
El director de Salud Mental de la provincia de Buenos Aires, Aníbal Areco, sostuvo que «todos estamos en contacto con las nuevas tecnologías, pero no a todos nos afecta de la misma manera, el punto es establecer un vínculo adecuado» con los nuevos dispositivos.
«Hay personas que tienen una predisposición para las conductas adictivas y son susceptibles de establecer un vínculo patológico con las TIC y a partir de esta predisposición se pueden establecer cuadros patológicos importantes como depresiones, trastornos de ansiedad, adicciones que comprometen la vida de relaciones de la persona«, explicó el profesional.
Si bien advirtió que «antes (esta problemática) se veía a partir de los 15, 16 años, hoy la vemos en chicos de 12, 10 años«.
Mirada atenta
Areco señaló que cuando se trata de menores, «de entre 12 y 18 años, es donde los padres tienen un rol activo en detectar la problemática, poner límites de horarios adecuados para que el uso de la computadora, la tablet, el celular no interfieran en la hora de comida, de encuentro familiar y darle un lugar adecuado» a los nuevos dispositivos.
«La vida actual está invadida por las nuevas tecnologías y todos estamos expuestos a los riesgos. Hay que tener noción de estos riesgos, poner límites claros, horarios adecuados, no quedarse hasta altas horas de la madrugada conectado a la PC, y si bien puede ocurrir esporádicamente, el problema ocurre cuando esto se convierte en una norma de conducta, quedarse de noche, no cuidar el ciclo normal de sueño-vigilia. Esta situación va configurando un cuadro preocupante de aislamiento, irritabilidad, que se expresa de distintas maneras y, en casos más graves, pueden aparecer cuadros psicopatológicos como trastornos depresivos, ansiedad y adicción», manifestó el profesional.
Juegos en línea
Asimismo señaló que uno de temas importantes a tener en cuenta son los juegos en línea, ya que «ocupan un lugar especial en esta problemática: son juegos programados, diseñados para no interrumpirlos, permanentemente generan estímulos que promueven a permanecer conectados y ahí está el riesgo, el no poder cortar por parte de aquellas personas que tienen predisposición para no manejar límites».
«Los chicos están más familiarizados que los adultos al uso de la tecnología, pero también están más expuestos a los riesgos«, destacó Areco, y aclaró que el tema de la prevención de las tecnoadicciones «no pasa por la prohibición sino por promover un uso adecuado y responsable del potencial de las TIC, supervisado por los padres».
«Cuando se detecta que el chico no puede cortar con el juego, si cuando se le dice que tiene que apagar la compu se pone irritable, responde mal, con agresiones, si vemos que se aisla, no tiene amigos y que la ocupación de su vida pasa a ser la computadora, ahí hay que estar atento, marcar límites claros, y si no es posible poner límites desde la familia, consultar a un profesional y tener en cuenta que siempre es preferible encarar la problemática a tiempo, cuando se está iniciando, y no cuando ya no se puede manejar», manifestó el director provincial de Salud Mental.
