Un feroz tiroteo posibilitó que el hombre, víctima de un secuestro express en Lomas de Zamora, recobrara su libertad en el cruce de la General Paz con la Autopista Ricchieri. La tecnología de alta gama del auto de la víctima permitió la «emboscada» a los malvivientes.
Un odontólogo fue víctima de un secuestro exprés en el partido bonaerense de Lomas de Zamora y liberado ileso durante un tiroteo en la avenida General Paz, en el cual dijo que se agachó “como en las películas” para no salir herido.
“Fueron segundos, atiné a agacharme como en las películas para guarecerme de las balas”, manifestó la víctima, de nombre Carlos, quien contó que tuvo “una mano del ’Barba’, de arriba”, porque el auto en el que era llevado cautivo pinchó un neumático y los delincuentes tuvieron que volver a buscar su Audi A5, que tenía rastreo satelital y así los localizó la Policía.
Un jefe policial informó que el hecho se inició pasadas las 21, cuando la víctima transitaba en su coche de alta gama por Lomas de Zamora y fue capturada por cuatro hombres armados. Los secuestradores quisieron llevar al dentista hasta su casa en busca de dinero, pero el hombre se negó y los puso en comunicación con familiares para acordar el pago de un rescate.
Según su relato, fue subido a la parte trasera de un Peugeot 308 y el resto de la banda los siguió en el Audi. “Me hicieron tapar los ojos, rumbo a Camino Negro, en esa zona abandonaron el auto mío”, pero “pincharon una goma, la destruyeron” y no tenía rueda de auxilio, por lo que volvieron a buscar su coche, añadió Carlos. Al respecto indicó: “Lo habían dejado estacionado. Nos subimos todos en el Audi, era un montón de gente. Me salvó que tiene rastreo satelital”.
Los delincuentes ingresaron a la Capital Federal, en Liniers, pero tras acordar el pago de un rescate, volvieron por General Paz en dirección a la autopista Riccheri, donde ya los esperaban varios patrulleros de la Policía Federal. “¿Lo tenés? Traenos eso, arrancá”, fue el mensaje de los secuestradores para el familiar del odontólogo.
Entonces se produjo una persecución y, según la víctima, “íbamos a 200 kilómetros por hora por la General Paz”, hasta que el tránsito se hizo más fluido y “se tiraron para la banquina, donde se encontraron con un móvil policial, sobre General Paz y Riccheri”. “Ahí empezó el tiroteo. Fueron segundos, atiné a agacharme como en las películas para guarecerme de las balas”, comentó. Finalmente, Carlos se refirió a la inseguridad: “Nos llega a todos y golpeó la puerta mía”.
El operativo en el que se detuvo a los cuatro sospechosos fue realizado por agentes de la División Antisecuestros, de la comisaría 48 de la Policía Federal y de la Bonaerense. En poder de los secuestradores se decomisaron tres pistolas calibre 9 milímetros, dos de ellas de la Policía Federal y otra con la numeración no identificable. La víctima fue rescatada ilesa y asistida por el SAME.