Un ladrón adolescente falleció y un federal resultó gravemente herido durante un enfrentamiento. Los familiares del pibe muerto amenazaron al oficial: “Ojalá que te mueras, porque te voy a venir a buscar”.
Tiroteo, furia y muerte en la zona porteña del Bajo Flores donde un menor, de 15 años, murió de un balazo en el abdomen y un policía federal resultó gravemente herido de un tiro en el pecho. Segundos después del enfrentamiento armado, los familiares del adolescente muerto se acercaron al efectivo policial baleado y lo amenazaron de muerte, tras lo cual hubo momentos de tensión, que pudieron controlar los compañeros del suboficial lesionado.
El caso ocurrió en la noche del domingo en Balvastro al 2200 donde dos adolescentes motochorros interceptaron a dos amigos, que también se movilizaban en moto, para robarles su vehículo.
Las víctimas del asalto se resistieron al robo y uno de ellos salió corriendo hacia su vivienda, ubicada en las inmediaciones, donde se encontraba un familiar que es agente de la Policía Federal.
El policía, que había advertido el hecho, salió del domicilio y se enfrentó a los ladrones, a quienes les dio la voz de alto para detenerlos.
Sin embargo, la respuesta de los maleantes fue a los tiros y atacaron a balazos al agente, con lo cual se generó un enfrentamiento armado.
El tiroteo culminó cuando el policía recibió un balazo en el pecho y uno de los asaltantes, de 15 años, un tiro en la zona abdominal. Más tarde, una ambulancia del SAME trasladó al adolescente baleado al hospital Piñero, donde finalmente falleció por las graves heridas internas que sufrió.
En tanto, el suboficial fue derivado al hospital Churruca-Visca de Parque de Los Patricios, donde quedó internado en grave estado, con pronóstico reservado.
Las amenazas
Fuentes judiciales indicaron que apenas ocurrió el caso, varios habitantes de la Villa 1-11-14, donde vivía el joven muerto, se acercaron a la casa del policía para increparlo y al encontrarlo herido, lo amenazaron de muerte. “Ojalá que te mueras, porque te voy a venir a buscar”, le dijo un familiar directo del adolescente fallecido. El caso, caratulado como “Tentativa de robo a mano armada, tentativa de homicidio y abuso de armas”, es analizado por la jueza de menores Adriana Laura Leiras.
Los detectives de la Gendarmería Nacional que se hicieron cargo de las pericias del caso, secuestraron de la escena del tiroteo una pistola calibre 9 milímetros en poder del joven que luego falleció en el hospital. Esa arma había sido robada a un policía federal en 2009.
