Unos 500 trabajadores fueron informados de su despido en los próximos días por parte de los directivos de la Clínica Virreyes, un establecimiento especializado en terapia intensiva del barrio de Belgrano. La institución, que el año pasado fue adquirida por la obra social del gremio de encargados de edificios (Suterh), anunció además el cierre de sus puertas el 18 de diciembre. Un sector del personal se encontraba anoche dentro de las instalaciones y prometía mantener una toma hasta tanto se liquidaran los sueldos atrasados y las indemnizaciones correspondientes.
El centro médico mantenía desde hacía al menos cuatro meses un conflicto con sus trabajadores por el pago fuera de término de sus salarios y en cuotas. De hecho los empleados denunciaron que hasta ayer no habían cobrado la totalidad del sueldo de octubre. Además anoche permanecían 21 pacientes internados en el establecimiento, cuyo cierre definitivo se había anunciado para ayer pero finalmente se postergó hasta la semana que viene, mientras se traslada a los internados.
A instancias del sindicato de Sanidad (ATSA) de Capital Federal el Ministerio de Trabajo citó en varias oportunidades a los directivos de la clínica y a los trabajadores para gestionar un cronograma de pagos pendientes pero según el propio personal esos compromisos no fueron cumplidos. Una empleada le dijo a este diario que un compañero de trabajo de 43 años sufrió ayer mismo un ataque cardíaco que lo obligó a ser internado en el mismo establecimiento, adonde no hallaban insumos médicos para atenderlo.
Si bien los pagos discontinuados habían comenzado años atrás, a partir de la compra por parte de la obra social de los encargados (Osperyh), que encabeza el sindicalista Víctor Santa María, a mediados de 2022 la situación se agudizó y llegó a efectivizarse el sueldo en hasta seis cuotas. En paralelo con el conflicto por salarios los trabajadores denunciaron un progresivo vaciamiento en términos de insumos médicos y aparatología de la clínica por parte de sus autoridades. Hasta ayer el personal llevaba adelante medidas de fuerza que suspendía y retomaba en función de las negociaciones en la cartera laboral.